domingo, 28 de noviembre de 2010

To be or not to be...

... esa es la cuestión. Me pregunto si debo seguir siendo como soy o no. En el trabajo trato de servir al bien público, para eso me pagan todos los ciudadanos, aunque no usen de mis servicios. Eso me está llevando a recibir consultas sobre temas que me tocan tangencialmente, pero en los que no soy competente. Me llegan porque algunos de mis compañeros no son demasiado "transparentes" y prefieren mantener su saber como si de un antiguo arcano se tratara. La consecuencia más visible es que mi correo se llena de mensajes que no son de mi competencia.

Además me están llegando ahora los mensajes que corresponden a denuncias de unas empresas sobre otras. Intereses puramente comerciales. Unos se dan cuenta que las empresas competidoras les han tomado una ventaja técnica y eso les supondrá una ventaja comercial. Entonces tratan de convencerme de que esa supuesta ventaja técnica supone una merma de la seguridad y de la legislación vigente.

¿Qué actitud tomar? He ahí la cuestión, quizá por eso, en el último mes he sufrido tres veces un sueño que no me torturaba más que una vez al año, aproximadamente: sueño que todavía me quedan asignaturas por aprobar. Además esas asignaturas son misterios insondables a los que nunca podré acceder.

¿Debo seguir abierto al servicio público o bien volverme un oscuro funcionario que quiere las menores molestias posibles en su día a día? No quiero convertirme en alguien que se pasa al lado oscuro de la fuerza, pero mis fuerzas son limitadas.

lunes, 22 de noviembre de 2010

Quien bien te quiere...

Siempre había sufrido el famoso refrán desde el lado derecho de la ecuación, siempre me habían hecho llorar a mi. Siempre me pareció injusto. Pero hoy estoy en el lado izquierdo y me parece más injusto todavía. Cada vez que hablo parece que la cago y hago llorar más.

jueves, 18 de noviembre de 2010

Quod natura...

Prácticamente repito título, pero esta vez el motivo es diferente.

Durante mi estancia en Barcelona un ciudadano me pidió cierto trámite que hago en la oficina. Como estaba en Barcelona le tomé el correo electrónico para enviarle la solicitud (donde viene todo explicadito) y le pedí que si este lunes o martes no la había recibido me enviase un recordatorio por correo electrónico.

Evidentemente se me olvidó con la locura de estos días. Hoy he recibido un correo con el siguiente mensaje: "¿qué pasa con lo mío?".

Al leerlo pensé que se trataba de una broma y luego recordé al sujeto en cuestión (un perfecto giliglogas). Después echará pestes de la administración, etc, etc, pero ¿este tío en qué mundo vive? ¿Se dirigirá así a sus proveedores o clientes? Lo repito: quod natura non dat...

Hablé hace unos días con una compañera de este tío de la que me fío bastante. Sin decirle nada me confirmó que es un verdaero estúpido y que encima está trabajando en esa empresa por ser simpatizante de cierta "obra" religiosa.

Y para compensar, un tío bueno (me empiezo a parecer a otros ilustres blogueros en esto de poner de vez en cuando un tío bueno, pero es que lo necesito después de aguantar hoy bastantes tonterías).

¡Que ya queda menos para el verano!


domingo, 14 de noviembre de 2010

Con frío

Llegaron de nuevo los fríos. Soy bastante friolero, así que esta época de fríos no me gusta nada. Hasta en verano me ducho con agua caliente.


Pero es lo que toca. También llevo mal entrar al trabajo de noche y salir de noche, pero he puesto la mirada en lo poco que queda (cinco semanas) para que los días crezcan de nuevo.

Mucho trabajo por delante por la nueva legislación. Hay mucho escepticismo, y ya he empezado a ver los fallos que se nos han colado. Alguno quizá sea responsabilidad mía.

Una vez salida del horno la nueva normativa y cuando la pongamos en marcha con más o menos dificultades, debería dedicarme a mi mismo un poquito. Espero que me dejen. De momento, en lugar de tener un viaje a tierras cálidas donde disfrutar de playas y buenas vistas, me toca volver a las gélidas tierras belgas, al menos una vez hasta final de año. Encima me toca viajar el día del cumpleaños de M., con lo que no podré felicitarle más que por teléfono ese día. Al menos estaré aquí (si el tiempo lo permite) para celebrarlo el siguiente fin de semana.

¿No podrían enviarme a Australia (ahora, en su verano) y no a Bélgica? Admito un viaje al Caribe como aceptable en esta época del año, ya me preocuparía de hacer un crucerito...

viernes, 12 de noviembre de 2010

De vuelta

Gracias a los milagros del iPhone y las conexiones a internet escribo estas líneas desde el AVE entre Barcelona y Madrid.

Me voy con un sabor agridulce. La conferencia fue bien. Mi respuesta a las preguntas aceptable pero mejorable.

Casi todos los interesados contentos con la nueva legislación. Unos ciudadanos me pusieron a caer de un burro porque no he sabido solucionar sus problemas y me soltaron un par de frases impertinentes.

Vi a uno de los amigos de Barcelona, cenamos juntos un día y lo pasé muy bien. El segundo día no pusimos quedar porque a su suegro le han encontrado una grave enfermedad.

Cosas buenas, regulares y malas, como la vida misma.

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miércoles, 10 de noviembre de 2010

Desde Barcelona con amor

Pues eso, muchos besos desde Barcelona. Estoy trabajando, que conste.

Enviado desde mi iPhone

domingo, 7 de noviembre de 2010

¿Por qué, por qué...?



Eso me va a cantar mi amado M. durante AÑOS. Me han ofrecido ir al Real Madrid - Atlético de Madrid y son ofertas que no se pueden rechazar. Sobre todo si las entradas son buenas.

Se supone que soy un sufrido atlético, pero soy bastante descastado: ya no sufro tanto como en mi infancia y juventud.

Así que esta tarde no puedo acompañar a M. y estaré viendo a veintidós tíos en pantalón corto detrás de una pelota.





sábado, 6 de noviembre de 2010

Parturient montes

Aquellos lectores habituales de estas líneas habrán notado que mis escritos se espaciaban cada vez más. El trabajo me estaba acogotando de tal manera que ni ganas me quedaban de escribir. No sé si decir "¡por fin!" con alegría o con miedo ya que el "decreto" del que tantas y tantas veces he hablado ha visto la luz.

No ha sido fácil, ha habido que claudicar en muchos temas, en líneas generales me parece farragoso, pero estoy satisfecho porque conseguí meter unas cuantas ideas mías que creo que serán beneficiosas para los ciudadanos y para la propia Administración. El parto no estuvo exento de problemas, pero cómo se solucionaron es una historia que si la conociera el gran público, se quedaría alucinado de cómo se gestan la normas que se publican en el BOE.

Decía antes que no sé si puede la alegría o puede el miedo: alegría porque "¡por fin!" se acabó el larguísimo proceso de tramitación, con sus barreras varias. Miedo porque ahora empieza el trabajo de explicación a los funcionarios, aclaración de dudas, explicación al público, implantanción en todas las oficinas y comprobación de cuáles son los fallos (que seguro habrá).

Enseñé el texto a algunos compañeros expertos en la materia y me sentí satisfecho al poder responder a las dudas que les asaltaban con soluciones escritas en el decreto. Ahora falta que vengan los más expertos (siempre los hay) y que nos pongan a prueba, y sobre todo, la gran prueba: el funcionamiento con público.

De momento, me toca dar una conferencia sobre el particular. Así que voy a terminar el año siendo "examinado" de una norma que espera como agua de mayo gran parte del sector en que me muevo. Ahora tengo curiosidad por saber quién se pone las medallas.

Pues en resumen, ha sido el parto de los montes, y parieron un ratón. Esperemos que sea una ratoncillo exitoso, como Mickey Mouse.