miércoles, 19 de octubre de 2011

Francia - Deauville - París (Día 14)

El último día de vacaciones fue el de la vuelta a París desde Deauville. Quisimos hacerlo prontito porque leímos que ese era el día de los peores atascos de vuelta a París por el fin de las vacaciones de los parisinos. Temores infundados, volvimos a una hora en que los parisinos todavía no abarrotaban las carreteras.

Dejamos la furgoneta en el aparcamiento del aeropuerto y fuimos a la terminal a esperar el vuelo. Un momento de tensión fue la facturación, porque tanto M. como Marilú se compraron un cuadro con marco de dimensiones considerables. Yo me desentendí de la cuestión porque les había advertido sobre las dimensiones de los cuadros en el momento de la compra.

Otro momento de tensión se vivió cuando a Marilú no le dejaban pasar en el equipaje de mano los patés que habíamos comprado (y que los demás habíamos metido en el equipaje facturado). Salió de nuevo para facturarlos, pero le pedían 50 euros por ser el segundo bulto. Finalmente, los patés fueron a la basura del aeropuerto.

Al llegar a la puerta de embarque nos sentimos como en España: niños correteando y gritando como posesos, mientras sus padres les llamaban a gritos.

martes, 18 de octubre de 2011

Francia - Deauville (Le Havre, Étretat, Fécamp, Deauville) (Día 13)

Este día parte de los viajeros se levantaron con cierto malestar estomacal. Decidimos tener un día tranquilo y fuimos hacia Étretat.

Previamente pasamos por Le Havre, que fue destruido en la II Guerra Mundial y posteriormente reconstruido. No nos gustó mucho. Ni siquiera tengo fotos. Después llegamos a Étretat, que nos encantó.

Había una exhibición de coches de época.


Recorrimos el pueblo y fuimos hacia la bellísima playa.


Nos encantó el detalle de poner en el paseo de la playa las reproducciones de cuadros en el lugar en que debió estar el pintor. Es increíble comprobar que el lugar está prácticamente igual.

Dimos un agradable paseo.


Aquí comimos ligerito (por los que seguían con el estómago mal) y fuimos a Fécamp, donde hay otra playa con sus acantilados. Volvimos a Deauville pronto y dimos un paseo por su inmensa playa.

Los demás cenaron ligerito de nuevo pero M. y yo nos fuimos a cenar a un restaurante a solas, ya que era la última cena de esas vacaciones.

domingo, 9 de octubre de 2011

Existen de verdad que yo les he visto

La visita a la piscina me ha deparado dos sorpresas en la última semana.

La primera es que existen esos que yo creía que solamente existían por obra y gracia del fotochof tal y como le dije a Nils en una reciente entrada de su blog (excepto Don Otto, claro está). El otro día había dos, que no sé si eran hermanos, porque se parecían mucho y llevaban el mismo bañador.
Estaban juntitos en la misma calle, aunque podían haber estado en calles a solas, porque estábamos cuatro gatos. No echaban carreras, como hacen otros y se detenían recreándose en los estiramientos.

La segunda sorpresa es que el otro día me preguntó un nadador que dónde me había comprado el bañador. Hombre, es un bañador normalito (Turbo) y no soy ningún dios del olimpo… pero quieras que no al menos me siento alabado porque deduzco que no me sienta mal, aunque yo no sea un Don Otto ni un Eleuterio.

jueves, 6 de octubre de 2011

Un día para recordar

Espero que se recuerden sus cosas buenas y que en esas sirva como ejemplo.