domingo, 17 de marzo de 2019

Stan & Ollie

Anoche fuimos a ver "Stan & Ollie". Nos encantó.

Narra la gira que hicieron Stan Laurel y Oliver Hardy en el Reino Unido en la época de su declive profesional. Me sirvió para recordar el estilo cómico de la pareja, que me encanta. Sí, me encanta.

El número estrella de la película es esta escena surrealista a la par que genial.

 

En la película exploran la vida y los anhelos de ambos actores en esa gira que resultaba amarga después de haber disfrutado de la fama mundial. Es emocionante al final, por supuesto, pero tampoco han acudido a los tópicos de lágrima fácil.

Después de verla me pregunto si los "millenial" sabrán quiénes son el Gordo y el Flaco (en Jerez me dice mi santo que son el "Gordo y el Menuíto"). En mi niñez disfruté de muchas de sus películas y de su humor y por eso, ahora he disfrutado muchísimo con la película, pero ahora que apenas ponen películas en blanco y negro en televisión ¿han disfrutado las nuevas generaciones de sus gags?



domingo, 18 de noviembre de 2018

De conciertos

Este último mes y medio hemos ido a unos cuantos conciertos.

Una noche fuimos primero a cenar al restaurante Don Giovanni. En algún sitio escuché que era uno de los mejores italianos de Madrid y nos decidimos a ir. Las pizzas estaban bien, pero las he comido mejores. La burrata simplemente espectacular. Lo que hace valer el restaurante es el uso de la trufa, que proporciona a los platos un sabor y un aroma maravilloso, y un precio elevado...

Después de la cena fuimos a ver a Giuda cuando actuó en el Gruta 77 en Madrid. Una banda de rock italiana que es pura energía. No sé apreciar muy bien el rock, pero este grupo consigue remover todo el cuerpo y que sea un placer verles sobre el escenario.


A finales de octubre fui con unos amigos, esta vez M. no se apuntó, al recital de Mariella Devia en el Teatro Real. El recital era "simplemente" el final de Anna Bolena y el de Maria Stuarda. Me daba un poco de miedo porque es artificioso interpretar en versión concierto los finales de dos óperas. Pero ahí estaba ella, con toda su profesionalidad, consiguiendo unas interpretaciones increíbles.

Vi en Facebook que había gente que mientras asistía al concierto se dedicaba a ver el partido de fútbol entre R. Madrid y Barcelona. Me parece una falta de respeto absoluta. Me llega a tocar al lado un individuo de estos y me escucha.

Por último, ayer fuimos al concierto de Julia Lezhneva en el Auditorio Nacional de Música. Tenía de todo: barroco, belcantismo y romanticismo. Me encantó el dominio del escenario que tenía desde el primer momento, ya que a algunos se les ve francamente nerviosos al comenzar los conciertos. Ella no transmitía esa sensación. Lo que más me gustó fue Mozart y Schubert.



Confieso que casi me río al principio porque cuando este verano le enseñé a M. un video de Julia Lezhneva le puso un mote: la gorriona. Y en la primera pieza soltó sus maravillosos trinos... me tuve que morder la lengua para no reir.

martes, 22 de mayo de 2018

Sueños extraños

He soñado algo extraño: me crecían mucho las cejas de manera que los pelos de la ceja derecha se metían en el ojo izquierdo y viceversa.

domingo, 7 de enero de 2018

Ya llegaron SS.MM. los Reyes Magos de Oriente

Creo que Sus Majestades se han confundido, porque se han portado demasiado bien con un pobre ser humano como yo. Encima mi madre me suelta que es poco y que ya me comprará algo más.

Una chaqueta muy chula de punto.
(Model not included)

Una camisa de cuadros. Por cierto, los Reyes han acertado plenamente con la talla. Parece que me la han hecho a medida.



Una batidora Bosch, primer electrodoméstico para mi (espero) futura casa.
Un cuadro abstracto del mismo autor que este cuadro (Francisco Jiménez Conesa) para mi (espero) futura casa. Pensándolo bien, M. y yo hemos comprado en esta tienda en París, Aix-en-Provence, internet y, ahora, Madrid. Vamos, casi nos podrían hacer un descuento.


Una caja de productos de Kiehl's para el cuidado de la piel. Es el tercer año consecutivo que me cae un regalo similar, por lo que deduzco que debo tener la piel mal cuidada.



Unas zapatillas de deporte para (espero) mis próximas actividades.



miércoles, 22 de noviembre de 2017

Día de la música

Hoy día de Santa Cecilia, creo que merece la pena romper el silencio.

jueves, 8 de diciembre de 2016

La Clemenza di Tito

El pasado día 24 fui a ver "La Clemenza di Tito". Desde luego no es "La Flauta Mágica", pero no me defraudó. Es más, me gustó mucho más de lo que pensaba.

¿Pegas? Demasiado recitativo. También es sorprendente para el oído escuchar personajes masculinos con voces femeninas, lo que produce cierto desesquilibrio respecto a la sonoridad habitual.

El escenario blanco y muy luminoso, quizá demasiado, o quizá no. Tiene su justificación: todo el mundo mira al poderoso, que es observado día y noche, siendo investigado incluso con quién se casa. No sólo se trata de una loa a las supuestas virtudes del emperador Leopoldo II, sino que la ópera también refleja cómo el poderoso se ve alejado de la realidad, separado de la gente (sin comillas) y con una visión muy parcial de la realidad, lo que le puede hacer tomar decisiones injustas. Ahí es donde quien ostenta el poder debe sobreponerse a las fáciles tentaciones: ser inmisericorde, ser vengativo. Creo que muy acertadamente, se ve al emperador Tito separado físicamente del coro, incluso por unas sogas que hacen las veces de barreras que les impiden acceder al centro del escenario.






También se habla de los que están cerca del poder, de las intrigas, del juego de intereses de aquellos que andan en las alturas y susurran al oído de los poderosos, las manos invisibles que manejan el poder.

Después de unos años en los que he trabajado cerca del "poder" en mi centro de trabajo, he observado cómo en ocasiones el gran jefe está alejado de la realidad y puede llegar a ser injusto, por tener una visión parcial de la realidad. He observado cómo algunos susurran al oído del poderoso para manejar en la sombra a otros y cómo algunos creen que hago eso (por cierto, se equivocan). En resumen, que en una ópera supuestamente "ligera" escrita hace 225 años, vi reflejada la realidad actual de mi trabajo. Pero no hay nada como el final para pensar que, a pesar de todo, todavía hay esperanza en la Humanidad:

TITO 
Truncad, eternos dioses, 
truncad mi vida si llega un día en que,
el bien de Roma, 
no sea mi primera preocupación.

TODOS
¡Eternos dioses, 
velad sus sagrados días,
conservad la felicidad de Roma 
preservándolo a él!
 

lunes, 5 de diciembre de 2016

225 años

Hoy hace 225 años que Mozart dejó este mundo.

Como minitributo pongo una grabación de "La Flauta Mágica" que me encanta y obra perfecta donde las haya.


jueves, 10 de noviembre de 2016

Los malos atacan de nuevo

Y no, no me refiero a Donald Trump, ni a Hillary Clinton, ni siquiera a los que no aceptan los resultados de las elecciones y están manifestándose. ¿No eran esos mismos quienes con su capa de superioridad moral decían que era Trump quien no aceptaría perder las elecciones? ¡Manda huevos!

Volvamos al tema, que me disperso. He tenido noticias de ese "enemigo" que me gané en el trabajo y del que hable hace unos días. Llamémosle Hugo Drax, por hacer un homenaje al malo de "Moonraker".

Hoy hablé con uno de los jefes de mi antiguo puesto de trabajo y me ha contado que tuvo una conversación telefónica muy tensa con este individuo. Parece ser que Hugo Drax le llamó para recriminarle que me hubieran certificado los méritos de mi trabajo, porque de esa manera "no puedo superarle en el concurso" [se refería a superarme]. Según la versión de este antiguo jefe le respondió "pues si hubieras trabajado aquí tendrías los mismos méritos y podrías ganarle, pero...". Según sus palabras estuvo a punto de mandarle a tomar ..... pero se contuvo.

Después me contó un chascarrillo en el que está implicado Hugo Drax y que muestra cómo es. Parece que hace unos años se negó a ir a las clases ni a hacer los trabajos de un máster pagado por la Administración y quería que le dieran el título por la cara, a lo que se negaron los organizadores. Para no tener que dar una respuesta negativa rotunda le ofrecieron volver a cursar el máster al año siguiente de manera gratuita, pero debía acudir a clase y hacer los deberes si quería el título.

¡Manda huevos!

miércoles, 9 de noviembre de 2016

Trump-asso

Han pasado las elecciones consumándose el Trump-asso.

Una vez más, muchos periodistas españoles se han enfadado porque los americanos no han votado lo que ellos dictaban desde sus púlpitos mediáticos. Parece que esta vez, esa epidemia se ha extendido más allá de las costas españolas, y los americanos no han votado lo que querían los peiodistas americanos en masa, con la consiguiente sorpresa.



Recuerdo una conversación que mantuve con una persona que conozco desde hace años a través del trabajo. Ese día, de manera distentida me dijo que era judío, cosa que me sorprendió que sacase en la conversación, y estuvimos hablando de las elecciones americanas decsubriendo que ambos coincidíamos en nuestra predicción: ganaba Trump.

Se me ha ocurrido decir en twitter/Facebook que me gustaría rescatar los titulares apocalípticos de las elecciones que ganó Reagan en 1980, para ver que, a posteriori, no se acabó el mundo. Pues para mi sorpresa hay quien opina que todos los males actuales son culpa de Reagan y Thatcher. No sé, supongo que no serían santos, pero en mi opinión trabajaron para un bien que pocos parecen apreciar: la libertad. Con unas medidas se confundieron, sin lugar a dudas, pero con otras acertaron. Acertaron tanto que millones de personas han pasado de vivir en países dominados por las tiranías comunistas a vivir en democracias reconocidas y asentadas. Ganaron una guerra, la Guerra Fría, sin provocar un holocausto nuclear, lo que tiene mucho mérito.


Por cierto, las empresas democópicas deberían replantearse cómo hacen sus predicciones de resultados electorales para el futuro. Y eso que viene pasando desde hace tiempo. Viajando en el tiempo a la portada de El País del 6 de noviembre de 1980, primera elección de Ronald Reagan, decía:
 ""Por primera vez en veintiséis años, el Partido Republicano ha logrado controlar el Senado de Estados Unidos, redondeándose así la derrota de Carter, una derrota que no es sólo la de un presidente demócrata, sino también la de los pronosticadores más expertos que, algunas horas antes de las elecciones, vaticinaban un "resultado indeciso". Un fallo tan garrafal en los pronósticos no sucedía desde 1948, cuando Harry Truman arrancó la presidencia a Thomas Dewey.""

Pongo un enlace a un par de portadas de El País. Justo de los dos días posteriores a las elecciones de 1980: 5 de noviembre y 6 de noviembre de 1980. No ha comparecido Hillary Clinton hasta hace un rato, según el periódico, "Carter lloró en el avión presidencial". No me quiero imaginar la escena de Hillary anoche...

Pero bueno, creo que los periodistas no deben preocuparse, se vive mejor contra alguien que a favor de alguien. Así que ahora les esperan cuatro años de desplantes por las estrellas de Hollywood, las femen irrumpiendo en bolas en actos de Trump y cosas así. Panem et circenses.


martes, 8 de noviembre de 2016

Norma

Fui a ver "Norma" de Bellini en el Teatro Real el pasado 30 de octubre. Salí encantado tanto con la puesta en escena como con la interpretación. Si he de poner alguna objeción fue que me pareció que en algunas ocasiones se abusaba de las proyecciones para explicar cosas que no era necesario explicar: por ejemplo, la aparición de las imágenes de personajes de los que se estaba hablando. Creo que debo ser un espectador "medio" y me parecía superfluo.


A excepción de esos instantes, la representación fue sobresaliente. Me encantó y las interpretaciones fueron sobresalientes. Stefan Pop, Fernando Radó, Ketevan Kemoklidze y como Norma la maravillosa Mariella Devia que recibió merecidas ovaciones y rugidos de algunos exaltados que más bien parecían fanáticos de un estadio de fútbol.




En el siguiente enlace la puesta en escena del día anterior, que fue transmitida en directo por el canal Arte con otro reparto.

http://concert.arte.tv/fr/norma-de-vincenzo-bellini-au-teatro-real-de-madrid