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domingo, 25 de noviembre de 2007

Días de frío y catarro

Llevo unos días con OTRO buen catarro. No acabo de salir de uno y me meto en otro. Si es que este frío de Madrid no va nada bien para mis vías respiratorias que se han acostumbrado a la humedad y el fresco ligero de Las Palmas, pero... esto es lo que hay.

El jueves fui con Oliva y la otra compañera a cenar al centro. A ellas les habían dicho el Bazaar, pero al llegar nos dijeron que debíamos esperar una hora. Con el frío que hacía pensé que era mucho mejor ir al Wagaboo, y sí que había sitio. Menos mal.

Oliva estaba muy "suelta". Hablaba sin parar, mucho más de lo habitual en ella, mucho más deprisa, y haciendo continuas eferencias a su soltería y su falta de pareja. Incluso cuando imité a nuestro compañero de oficina Bruce diciendo que no bebía porque si no íbamos a montar una orgía ella respondió "uys, pues bebe, bebe". Pero tenía la disculpa perfecta: no me apetecía, estaba acatarrado y tenía que conducir.

Aunque volví a casa nada más terminar la cena llegué a la 1, así que el viernes estaba medio sopa en el trabajo. Menos mal que fue un día tranquilo.

Por la tarde dormí siesta, porque si no era imposible aguantar despierto más allá de las 9 de la noche y me fui a casa de M. Al día siguiente era su cumpleaños y queríamos despertarnos juntos. Hizo una lubina a la sal para cenar que le quedó perfecta.




(Fuente)

Lo malo es que esa noche me dio un ataque de tos a las 7 de la mañana y me fui al sofá para no molestar más a M. aunque le desperté.

Ayer noche quedamos con Drichal, con J. y con un amigo de Drichal que es inglés (llamémosle Bienvenido, como Bienvenida Pérez pero en chico) y se ha venido a vivir a Madrid. Menos mal que hablaba español, porque no me apetecía en absoluto tener que pasar la noche descifrando el inglés. La verdad es que no me apetecía NADA salir, porque tosía bastante, pero tampoco quería estropear la celebración de cumpleaños de M. con Drichal.

Alucinante fue el camarero del lugar donde cenamos. Un oriental al que entendía el 30 % de lo que decía y que nos vaciló bastante.

Una de las frases para la historia de J. fue: "tengo ganas de desnudarme esta noche en público".

Sigo con muchas toses, así que hoy no me apetece salir nada de nada. Si sigo así iré a casa de M. y nos quedaremos viendo algún capítulo de Sexo en Nueva York.

sábado, 21 de julio de 2007

Anteayer y ayer


Anteayer estuve en el sur de la isla trabajando. Al final vencí la tentación y no fui con camisetas extrañas ni pantalones raros. Fui de trabajo y yastá.






Después del trabajo estuve veinte minutos en la playa que había cerca. Ahí va una foto.


Ayer también estuve en el norte de la isla trabajando. ¡Había un vendaval tremendo!

A pesar del vendaval el día no estaba claro. Había calima, de nuevo.