Croac, croac

Ayer me invitaron a comer: el marido de mi hermana organizó una comida en Aranjuez para festejar el día de la madre con sus padres, mi madre y yo.

Comimos exquisiteces varias (jamón, espárragos, etc) pero incluyó algo que nunca había probado: ancas de rana. Al verlas en el plato daban algo de repelús, pero como siempre pienso que estos remilgos son "culturales" me lancé a ellas. No me entusiasmaron especialmente. Me sabían a pequeños polluelos.

De segundo plato comí faisán estofado que estaba delicioso, y que, confieso, tampoco había probado en mi vida.

Después nos dimos una vueltita por el Real Sitio disfrutando de un día primaveral de excepción, aunque tosí algo por un pequeño ataque alérgico.




Por la tarde fuimos M. y yo al cine. Me propuso una película que yo no tenía muchas ganas de ver, pero le vi tan entusiasmado que no me atreví a decirle que no: "Perdona si te llamo amor".

Un aliciente para ver la película es el protagonistas: Raoul Bova. Hay muchos que se preguntan quién es el susodicho, pues aquí va una muestra




Hay que reconocer que la película es bastante mala, confirmando algunas críticas que leí previamente. También hay que decir que las fotos anteriores de Mr. Bova tienen unos añitos y que esos añitos se le notan:


pero también he de reconocer que está guapo no, lo siguiente.

Junto a nosotros había unas chicas que cada vez que le hacían un primer plano (que fue media película) cuchicheaban y se les oía decir "¡qué guapo!" en algún punto de la frase. La verdad es la verdad, la diga Agamenón o su porquero.

El director que es el escritor Federico Moccia, era muy consciente del tío que tenía frente a la cámara, y le dedicaba los primeros planos más intensos que he visto en mi vida. De esa manera consigue que olvidemos lo flojo del argumento: entretenido y punto. He de puntualizar que este individuo y yo tenemos la misma edad y yo no tengo esas arrugas...

Es gracioso que M. ahora me dice que esta es de las películas que me gustan a mi, cuando la sugirió él, él salió con una sonrisa de oreja a oreja y él comentó la belleza del protagonista. Pues bien, ahora quiere elegir la siguiente película, que será un espanto del tipo "Saw" o algo similar. ¿Creéis que me ha tomado el pelo?

Obras son amores

La semana pasada prácticamente no pude escribir ninguna entrada porque el trabajo me tiene absolutamente absorbido.

El viernes nos fuimos a una casa rural en La Hiruela, que está muy cerca de Madrid. Celebramos cuatro cumpleaños juntos. Lo hemos pasado estupendamente y no ha llovido ni nevado, así que hemos podido hacer un par de marchas por el campo. El año pasado, nos cayó una buena nevada que casi nos deja en un pueblo de Guadalajara: Bustares. Eso sí, este año la casa ha sido muuuuuucho mejor. Nuevecita, muebles sencillos y funcionales, electrodomésticos nuevos y muuuuuyyyyy cómoda.

Uno de los temas de conversación estrella fue el de la casa "ocupada" en Barcelona y que lleva a un matrimonio durante 16 meses por la calle de la amargura. Ya les dije a mis amigos (ante el lógico escándalo de algunos de ellos) que si la Ley no te protege, has de protegerte tú. Los ciudadanos hemos delegado ciertas funciones en las Leyes y los poderes públicos para que nos defiendan, como el ejercicio de la fuerza para defender la propiedad privada, pero si la Ley o las Administraciones no actúan, entonces nos deberemos defender los ciudadanos.

Hoy lunes me tomé el día libre, y a las 8:30 de la mañana, cuando me estaba despertando con toda la tranquilidad que me permite mi espíritu agitado, ha llamado el albañil / fontanero / instalador que nos va a poner el nuevo calentador de agua. Se ha presentado a las 9:10. Así que mi día de asueto a la basura. Si al menos estuviera de buen ver... pero la verdad es que trabaja muy bien, pero nada más.


Hoy pensaba cortarme el pelo, etc, porque parece increíble, pero he estado tan agobiado con el trabajo estos días que no me daba tiempo ni de afeitarme la cabeza, ni la cara ni de darme las cremitas, etc.


Espero que el albañil termine pronto de hacer agujeros en la pared para que esta tarde pueda ir con tranquilidad a ver a M. a su casa para pasar un ratito juntos.

Qué fríooooooo hemos pasado

¡Ay señorito! ¿A quién se le ocurrió ir a una casa rural en un lugar perdido de Castilla La Mancha el fin de semana de la nieve? Ahí dejo la pregunta por si alguien la quiere contestar... :-P

El viernes fue otro día estresante por varios motivos: primero tuve que ir a tomar posesión de mi segunda plaza. Me entretuvieron mucho y encima había un papel que lo tenían mal hecho, así que tuve que esperar mientras lo rehacían. Me dijeron que les daba mucha pena que yo no fuese, pero que lo comprendían... A lo tonto, llegué a las 11:30 a.m. allí y nopude salir hasta las 14:15 y me encontré con un megaatasco al entrar en la M-30.

Llegué a casa, me tomé un trozo de tortilla de patata sobre la marcha y me fui a la calle: había quedado con M. y unos amigos en la Plaza de San Bernardo a las 15:00 y salía de mi casa a las... 15:00. Así que tomé un taxi y me fui para allá. La voz de M. cuando le llamé para decirle que iba hacia allí fue tipo "hoy duermes en el felpudo".

Salimos del centro, recogimos a Charlotte en su casa y tomamos la R2 hacia Barcelona. Podría decirlo de varias maneras, pero hay una corta y clara: nos perdimos. Así que en lugar de tardar dos horas en llegar, tardamos tres horas y media.

En el camino empezó a nevar, así que íbamos un poco asustados por si nos volvíamos a perder por esas carreteras. Primera decepción al llegar a la casa: ¡la calefacción NO ESTABA ENCENDIDA! Así que hacía un frío espantoso. La calefacción de la casa era eléctrica incluida el agua caliente... Lo que nos salvó fue que había una chimenea y la abundante leña de la que disponíamos.

Segunda decepción: no había toallas para todos. Había una toalla de ducha y una toalla de lavabo por habitación doble. Pedimos a la viejecita que nos había abierto la casa y nos dijo que era lo que siempre ponían...

Bea, Quique y M+ se fueron a otro pueblo: la casa se llama "La Hiruela" y está en un pueblo de Guadalajara. Ellos se fueron hasta La Hiruela, un pueblo de Madrid. Como llegaron muy tarde, les dijimos que se volvieran a casa, que ya vendrían al día siguiente. Había empezado a nevar y no era prudente empezar a dar vueltas por las carreteras de noche. Al día siguiente vinieron.

El sábado amaneció nevado. Un frío tremendo, pero la casa empezaba a atemperarse. Llegaron los niños perdidos y hallados en La Hiruela (Madrid) y nos fuimos a dar una vuelta.



Allí nos hicimos unas fotos Charlotte, M. y yo.







Por la noche jugamos a las cartas mientras comíamos castañas asadas en la chimenea. Por supuesto perdí: siempre pierdo jugando a las cartas.

Hoy nos dimos otro paseo y comimos pronto para volver pronto a Madrid, por si las heladas nos dejaban encerrados en ese pueblo.



Las comidas han sido espectaculares, sobre todo para alguien poco cocinillas como soy yo. Hay que dar un 10 a los cocineros.

Aprovechamos para celebrar 5 cumpleaños y hacer el sorteo del "amigo invisible". Eso me estresa mucho, porque yo no soy muy "amigo invisible" y nunca sé qué regalar. En cambio M. es muy práctico y siempre encuentra algo bueno, bonito y barato.

Necesito descansar

Entre semana se trabaja, y eso me deja agotado, pero hay fines de semana que son aun más agotadores. El fin de semana pasado viajecito a Riaza. Este fin de semana barbacoas varias.

¡Qué ganas de dormir a pierna suelta (maldito insomnio) y descansar un par de días seguidos a base de nohacernada!



Ayer descubrí que sí que perdí algún número de teléfono al cambiar de móvil, ya que recibí una llamada de un querido compañero blogueril (bastante vago en los últimos meses, por cierto) y no reconocí su número... Con él tengo mala pata: siempre que viene a Madrid, M. y yo tenemos planes.

Hoy quería empezar a tomar mis dosis extras de vitamina D, pero amaneció nublado.

Varios

Llegó el verano con sus ventajas y sus inconvenientes.

Inconvenientes: calor, sudor, obras, corte en las líneas de metro, etc

Ventajas: los cuerpos al sol...

Madrid, viernes 4 de julio de 2008 a las 8:10 a.m. Rickisimus va al trabajo somnoliento. Encima tengo que caminar un ratito por los cortes que hay en el metro a causa de las obras (prefiero caminar a esperar y coger un autobús) mientras el sol le deslumbra. Pero cuando me dispongo a cruzar me deslumbra otra cosa: un tío que está haciendo "running". La mitad del semáforo que está esperando se queda boquiabierto.

Sí, un tío de esta guisa, pero sin botella de oxígeno. A algunos les cortó la respiración de tal manera que la necesitaban.

Después de verle desaperecer en dirección a la calle de Alcalá casi todos los que allí estábamos pensamos que ese muchacho nos había hecho empezar el día bien.

Me hace gracia algunas "noticias" sobre la ayuda norteamericana al rescate de Ingrid Betancourt, como si eso desmereciera el éxito. Ese tipo de observaciones solamente las hacen los necios o los malvados. Me da igual quién lo haya hecho, pero ha salido bien. Parece que a algunos les da rabia que haya habido un éxito en la lucha contra un grupo terrorista narcotraficante y marxista.

Ayer sábado fuimos M. con nuestra amiga Charlotte a un pueblo de Segovia a visitar a un matrimonio que conocen. Lo pasamos muy bien.

A la vuelta M. y yo fuimos al cine a ver "El incidente". Lástima que el protagonista ahora no le guste enseñar chicha tanto como lo hacía hace unos años.

La película me gustó, claro que eso no quiere decir nada, también me gustó la "La joven del agua" (del mismo director) y a M. le aburrió soberanamente. Me gusta que el terror sea algo tan sutil como el viento y que haya muchas muertes que no se ven, sino que se intuyen o se escuchan. Es la forma más efectiva que hay de terror.

Como pudisteis ver, no fuimos a la manifestación del Orgullo Gay.

Excursión fallida

Hoy tenía previsto salir con M., Drichal, J.U. y su nuevo amigo de excursión. Íbamos a ir a Cuenca, pero mi madre se ha levantado caminando como Chiquito de la Calzada: tiene lumbago o algo similar. Así que no iba a dejarla sola y me quedo en los madriles. Bueno, puedo aprovechar para ordenar un poco, que soy el desorden en persona.