Llevamos semanas viviendo la canonización civil de Adolfo Suárez. No me parece mal hacer esta ceremonia de enterramiento con los jefes de gobierno, tal y como se hace en otros países. Seguramente se merece un análisis serio y pausado sobre lo que hizo y lo que no hizo. Sobre sus aciertos y sus errores. En cualquier caso, hay que dejar claro que tenía más categoría que los políticos de hoy.
Y hay que recordar que hizo algo inédito en España: dimitir. Creo que por eso no les gustaba mucho a otros políticos, porque les recordaba, que existe la palabra dimitir y que se puede poner en práctica. De todas formas, hay cosas que nadie le podrá quitar nunca: esta foto.
Ante tanto cariño recuerdo aquellas palabras del propio Suárez hace muchos años: "queredme menos y votadme más".
Cuentan que cuando el Rey le fue a dar el Toisón de Oro a su casa, le preguntó a su hijo quién era y le dijo "este vendrá a pedir dinero". Seguramente, en sus años en diferentes cargos siempre le pedían cosas, especialmente dinero, y se le quedó en la mente que todo el mundo iba a pedirle dinero. Me hace gracia la anécdota porque yo soy un oscuro funcionario y a mi me están pidiendo cosas continuamente, y mi reciente
viaje no fue una excepción. Se me acercaban muchos a pedir cosas: documentación, entrevistas, influencia, ...
La ventaja de trabajar en el centro de Madrid es que me dio la oportunidad de ver la peregrinación al Congreso de los Diputados y doy fe que la fila de personas esperando para entrar era larguísima. También me permitió ver parte de la ceremonia en directo ausentándome solamente veinte minutos.
He de reconocer que ha habido algo que me ha gustado mucho: que eligiera como lugar de enterramiento la Catedral de Ávila. Eso de que el entierro sea en una Catedral de una "recia" capital castellana, después de lo olvidada que ha estado, me parece positivo. Me gustaría saber de aquí a un año cómo evoluciona el turismo español en Ávila y saber si se incrementa el número de visitantes de la Catedral.
Eso sí, a mi parecer fallos estéticos hubo muchos. Por ejemplo: ¿no hubiera merecido la ocasión la presencia de los maceros? ¿No se podía haber evitado el uniforme de los policías municipales? Eso de llevar a un tío vestido de
sota de bastos, con una maza en la mano, queda muy solemne. Se ve que no estamos acostumbrados a organizar estos eventos pero salió bastante bien, para tener tan poca práctica. (Releo el comentario y ha quedado muy de estereotipo gay, pero ahí lo dejo).
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Le compré a mi madre el libro de Pilar Urbano, "La gran desmemoria". No soy muy amigo de comprar un libro como este, pero adivinaba los pensamientos de mi madre: quería el libro. El día que lo traje solamente le faltó bailar.
Hoy uno de los Subdirectores del trabajo me ha dicho que lo ha leído (cosa que me ha sorprendido en un hombre formado como él al que no le pega comprar este tipo de libros), le ha gustado y que ha confirmado sus sospechas: somos unos monigotes en manos de cuatro gatos, y esos gatos, nos toman el pelo continuamente.
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Otra de las series que hemos visto y que se me olvidó comentar en la
entrada pasada es "
Looking" . Allí he descubierto a un feo-guapo o un feo-atractivo. Me encanta cómo habla inglés y eso que ese acento que tiene me suele resultar bastante repulsivo.
He de decir que los dos primeros capítulos no me gustaron mucho. Es más, el primer capítulo no me gustó NADA. Luego le fui cogiendo gustillo a la historia. Además, hay un capítulo que me pareció muy romántico pero no empalagoso, sino bonito de verdad.
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Pues sí, vuelvo a estar irritable y desanimado. Los mejores momentos: los que paso con
M.
En
el trabajo he tenido dos semanas a mi jefe de viaje por países lejanos y
me quedé como encargado del chiringuito. Creo que salí airoso de la
prueba, eso sí, supone mucho esfuerzo.
A mi madre le encanta chinchar a la gente y ayer no me resistí a decirle que mi padre era un santo, que yo soy menos santo y por eso me rebelo, pero que tenga cuidado y no pinche a todo el mundo, porque cualquier día le dan un parón como el que me pide el cuerpo, a veces. No soy un buen hijo.