martes, 27 de septiembre de 2011

Francia - St. Malo (Mont Saint Michel, Cancale, Pointe Grouin, Dinard) (Día 11)

El decimoprimer día de viaje tomamos temprano el coche hacia el Mont Saint Michel. Es impresionante, porque se ve desde toda la bahía, muy chiquitito, pero se ve. Lo que da una idea de su tamaño. Al llegar cerca esta es la vista que es mucho más impactante en la realidad.
Es curioso el ciclo que sufren las plazas de aparcamiento, que son cubiertas por las aguas según sube la marea, a excepción de las que están en la carretera que une la (antigua) isla con el continente.
Aparcamiento en el Mont Saint Michel
La subida hacia la iglesia se convierte en una especie de peregrinación en la que el visitante se va maravillando de este milagro nacido sobre una roca en el mar.




Claustro en el Mont Saint Michel

Claustro en el Mont Saint Michel
En uno de sus celebérrimos restaurantes (La Mère Poulard) preparaban las tortillas que cobran a precio de caviar iraní.
Haciendo tortillas en el Mont Saint Michel
Los comercios que hay a lo largo de la subida dan al Mont Saint Michel un ambiente de ciudad medieval que resulta muy atractivo.

Después fuimos a Cancale, que es célebre por su producción de ostras. Manjar que no probé porque mi cuerpo no lo resiste. Como el esto de esa zona, es un lugar donde la marea tiene un gran recorrido y deja las embarcaciones apoyadas en la quilla.
Marea baja en Cancale
Ahí comimos en un restaurante donde nos trataron como a reyes, con un menú espectacularmente exquisita (vino y ostras incluidos) por 20 euros por persona. Salimos de allí pensando que en España nos toman el pelo por todas partes.


Aquí se pueden ver las bateas de ostras. En la playa había vendedoras de ostras a precios irrisorios. Lástima que mi cuerpo las rechace.

Después de comprarlas, la gente se las comía a pie de playa y tiraba las conchas a la playa, donde había una montaña (sí, una montaña) de conchas.

Desde allí nos fuimos a la Pointe du Grouin, que es un parque natural desde el que se divisan unas vistas espectaculares de la bahía, Mont Saint Michel incluido. Al ser un cabo en el Canal de La Mancha, es un lugar muy ventoso, donde no servían de nada los paraguas, ya que la lluvia cambiaba continuamente de dirección llegando a ser horizontal.
Vista desde Pointe du Grouin
A continuación fuimos a Dinard, que es un pueblo costero que nos recordaba vagamente el ambiente señorial de Santander. Había una estatua de Alfred Hitchcock, creo que puesta para llamar la atención de los turistas y no porque el inglés hubiera tenido relación alguna con Dinard.




Allí vimos un bañista solitario con un cuerpo espectacular. Lástima que mi cámara no le pillase en el mejor ángulo y me saliera la foto movida.

3 comentarios:

Eleuterio dijo...

Ah, Mount St. Michel tengo que visitarlo, es una mneta de años.

Muy gupao el bañista.

Me encantaron las fotos.

Sufur dijo...

Coincido con Eleuterio: muy guapo el bañista, muy buenas fotos. Eso sí, lo del ambiente señorial de Santander... jajejijoju :-)

starfighter dijo...

Siempre me ha encantado St. Michel, es un destino que tengo pendiente hace tiempo. A ver si la próxima vez que vaya a Francia...