Ayer fui a la piscina. A mitad de sesión se acercó a mi un individuo muy mal encarado y me llamó la atención desde el borde. Me recriminó que le hubiera dado un golpe en el hígado y me regañó por no haberme parado a pedirle disculpas. Le pedí disculpas inmediatamente sin casi saber la razón y se marchó con un gesto despreciativo. No soy consciente de haber golpeado a nadie con fuerza. A veces, en la piscina se roza a alguien de la calle de al lado, pero de ahí a un golpe... Después del episodio lloré, pero como llevaba las gafas no me vio nadie.
Al salir del agua una de las monitoras me preguntó qué había ocurrido y se lo conté. Me dijo que no me preocupase. Fue tan cariñosa que también lloré, me metí en el baño para que no me vieran. ¡Vaya temporada que llevo!
sábado, 15 de noviembre de 2014
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1 comentario:
Yo he llorado varias veces en el último año. También me escondí. Y es que hay meses que uno no está para nada.
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