Operaron a mi madre. Parece que la cirugía salió bien, a pesar de su dificultad. El tumor era benigno, y su gran peligro era la presión que estaba haciendo sobre el cerebro.
Como secuelas tendrá menor fluidez en el habla (mi madre es un volcán de palabras), puede tener cierta apatía y se ha "desinhibido", ahora cuenta las verdades del barquero.
Le ha bajado la tensión hasta límites insanos, así que está muy grogui y el segundo día se desorientó y quiso marcharse del hospital. Parece que es normal en las personas mayores que están hospitalizadas y más si han sufrido una cirugía cerebral. Espero que le suba la tensión y que termine de orientarse, y que no se agobie con la sonda/baño, que es lo que le preocupa ahora mismo.
Los siguientes pasos serán que le quiten la sonda y le suba la tensión. De ahí a casa.
Eso sí, las desinhibiciones me van a obligar a ser cuidadoso con lo que le cuento, pero, por otra parte, van a ser divertidas. De momento mi madre lamenta no haber tenido más hijas y que yo no sea juez, no esas tonterías de la ingeniería.
jueves, 5 de septiembre de 2013
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4 comentarios:
Me alegro que poco a poco todo vaya saliendo bien. O al menos hacia adelante. Eso sí, el juego que va a darte tu madre tan "desinhibida" puede ser brutal ;)
Y lo de la desinhibición le va a durar para siempre?? anda que no...
Me alegro que haya salido lo mejor posible :)
M.
Y eso, que ahora te tienes que cuidar tú, eh?
Ya verás cómo poco a poco vuelve a ser la que era. El cerebro es muy elástico, a todas las edades. Ahora, como bien dice Shanks, tienes que cuidarte también tú. Muchos besos!
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