sábado, 8 de enero de 2011

Francia - Blois (Tours, Pagoda de Chanteloup, Castillo de Amboise) (Día 7)

El séptimo día de estancia en Francia fuimos en primer lugar a Tours, que está a unos 50 minutos de Blois en coche a través de la autopista.

La ciudad nos gustó bastante. Era domingo y visitamos la catedral, en donde estaban acabando un oficio religioso maravillosamente adornado por un buen coro y un magnífico organista. Al terminar la Misa, Giovanni comprobó que el organista era poco más que un adolescente. Cosas de la educación musical allende los Pirineos.


Todas estas ciudades del Loira están marcadas por la historia de Juana de Arco, y cada una trata de sacar algo, incluso si lo único que hizo allí la santa francesa fue estornudar.




También es famoso Tours por uno de sus santos: San Martín de Tours (a pesar de que nació en l actual Hungría). Estuvimos en la Iglesia de San Martín, donde fue descubierta su tumba a principios del siglo XX.


A continuación tomamos el coche hacia Amboise y como nos confundimos, pasamos por Vouvray, un pueblo que se dedica fundamentalmente al vino. Es un pueblo alargado siguiendo la carretera y con viñedos y bodegas por todas partes. Elegimos un restaurante para comer donde vivimos uno de los momentos gastronómicos del viaje. La comida fue fantástica, el precio ajustado y el servicio y el vino excepcionales. Al llegar al postre, no me hice entender muy bien (sí, yo era el traductor) con el camarero pues M. quería un postre de queso como el que habíamos pedido los demás y pensó que él quería un plato de queso.

El postre de queso era exquisito, pero el plato de queso fue maravilloso. Apareció con una mesa auxiliar de dos pisos con diferentes tipos de quesos y animó a M. a elegir...

Como había mucha gente para entrar en Amboise, nos desviamos a la Pagoda de Chanteloup, que ha sido, con diferencia, lo que más nos ha defraudado. La entrada costaba unos 8 euros y la visita es a un edificio "curioso" en forma de pagoda y a los jardines circundantes. Nada más. La pagoda no tiene en su interior más que unos paneles explicativos.


Recreación del aspecto original de la Pagoda de Chanteloup


Después llegamos al Castillo de Amboise, donde Giovanni y Marilú se quedaron en un café porque estaban cansados y JuanMa, M. y yo nos fuimos a visitar el Castillo. Es muy bonito, aunque lo que queda en pie es muy poco, en realción a lo que estaba originalmente construido. Eso sí, compensa la visita, a mi entender, poder visitar la tumba de Leonardo da Vinci.

El Castillo domina el pueblo y el Loira y está rodeado por unos muros imponentes.
Vista de Amboise desde el otro lado del río






Después pasamos delante del castillo de Chaumont sur Loire que ya no pudimos visitar debido a la avanzada hora y volvimos a Blois, ciudad que terminamos de ver, ya que al día siguiente marchábamos de nuestro cuartel en el Loira.

3 comentarios:

Eleuterio dijo...

Todo me gusta y casi todo debier ser mi residencia de verano.

Qué injusticia, ya no hay moral...

rickisimus2 dijo...

Nunca dudé que deberías tener una residencia de verano de esta categoría ¡o incluso mayor!

LUISA dijo...

Ese viaje tan maravilloso a Fracia,me da una envidiaaaaaaaaaa;pero de la sana!

Yo tuve que esperar 8 años de trabajo,pedir parte de mi sueldo por adelantado y no pagar la uni,para poder ir a Egipto y luego 2 dias en Paris!

Cerca de donde vivo hay un pueblo,al estilo aleman,cuyo patron es San Martin de Tours!

Sigue pasandola bien!