Nos dieron una furgoneta para nueve personas, con lo que el equipaje iba de sobra y nosotros también. Gracias a los mapas de Google Maps que llevávamos impresos desde España fuimos al hotel y salimos de París. Después de alguna duda, estábamos de camino a Blois y llegamos perfectamente a nuestro hotel. Un hotel que estaba a las afueras, junto a unos centros comerciales, donde había un restaurante, aparentemente de comida rápida, pero con los mejores desayunos.
Como Charlotte nos iba a abandonar al día siguiente (por el trabajo se tenía que volver), fuimos a uno de los castillos más destacados: Chambord.
La verdad es que fue el primer contacto con los castillos y fue impresionante.
Coincidimos con una exposición de Manolo Valdés.
Por supuesto impresiona la maravillosa escalera. Fue construida en el centro de 4 salas (en cada planta) con un diámetro de 9 metros y doble escalera de caracol, lo que hace que dos personas puedan subir y bajar sin cruzarse. Por su belleza y por lo elegante de la solución arquitectónica se dice que fue concebida por Leonardo (si no es verdad, podría serlo).
Por la noche volvimos a Blois, paseamos un rato por la ciudad y cenamos exquisiteces, lo que se convirtió en rutina en el resto del viaje.
5 comentarios:
¡cómo mola la escalera!
Me encantó la escalera.
Y el castillo. Yo debería poseer uno, pero intuyo que mi situación monetaria me lo dificulta.
Eleuterio: Hay castillos de un tamaño considerable y bien conservados por 1.000.000 €. Un precio muy bueno si se compara con los pisos y casas en España.
Que sepas que me estás poniendo los dientes extra-largos con esta serie afrancesada! Menos mal que en enero, si todo va bien, podré morirme de frío junto al Sena... :-)
Querido Sufur, espero que disfrutes del Sena. Pero recuerda que Francia es mucho más que el Sena.
Publicar un comentario