Esto de no tener un ordenador portátil hace que no actualice esto como debiera: hace más de un mes. Antes me ponía a ello mientras comentaba en casa las tertulias (principalmente Intereconomía, sí...) que me ponía mi madre. También era la única manera de aguantar las dichosas tertulias. Yo decía a todo lo que me comentaban que sí y ya está. Ahora que mi ordenador es "fijo" no puedo hacer eso y veo la tele, aunque he conseguido ver menos las dichosas tertulias. Hasta me estaba cayendo bien el padre de Alba y Laura.
Me hizo gracia un twit de mi admirado Javier que decía, más o menos, que había protestas por parte de los dirigentes de Intereconomía por el futuro abandono del presidente Rodríguez. ¿A quién van a poner verde dentro de un año?
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Sigo pensando que los medios de comunicación tratan de tal manera el accidente nuclear de Japón que hay gente que se angustia aquí, en España. Las cosas no están para ir de visita turística a Fukushima, evidentemente, pero no creo que debamos empezar a tomar iodo (que hay quien se lo plantea en España...).
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Desde que publiqué por última vez en esta destartalada casa han ocurrido cosas: una metida de pata con M. por mi culpa, pero ya arreglado. Eso me dejó tristón unos días.
Llegó nuestro sexto aniversario que celebramos convenientemente con una magnífica cena y en casa con nuestras celebraciones particulares.
En el trabajo más de lo mismo. Ya se ha marchado el segundo jefe que tenemos en el último año, no tardó ni tres semanas en decidir que la oficina es demasiado infernal. Se ha despedido con un correo diciendo que espera encontrarnos en circunstancias más halagüeñas para la casa. Eso da una idea de lo que ha visto.
Esta semana estuve en Barcelona, por desgracia no de vacaciones. Además fui con los jefes, lo que solamente trae una ventaja: la cantidad de dinero para dieta es de jefe, no de indio. Pero para medio día son 26 €, o sea, no me forro. Pensando, pensando sobre los comentarios recibidos después de la visita a Bacelona, vi que me llevaron al "sacrificio" delante del público para que mis jefes salieran indemnes, y echarme a mi a los perros. Pero creo que les salió la "criada respondona" y me defendí mucho mejor de lo que esperaban. Eso me hace pensar que apenas me aprecian. Deben pensar que no valgo mucho y al ser "material fungible" que me iban a devorar "los leones" (=ciudadanos) mientras ellos contemplaban el espectáculo.
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Ahora estoy corrigiendo exámenes de los que me propusieron ser tribunal. Creo que fui demasiado blando al poner el examen. Eso sí, de la cantidad de faltas de orotgrafía creo que me van a tener que operar de los ojos.
Ferragosto
Hace 3 meses
1 comentario:
Lo de que los jefes no te aprecien es feo pero da la oportunidad de pequeñas venganzas cuando se ponen sentimentales con el alcohol.
Lo de que las faltas de ortografía dejan ciego, es cierto, no te envidio.
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