lunes, 23 de noviembre de 2009

Obras son amores

La semana pasada prácticamente no pude escribir ninguna entrada porque el trabajo me tiene absolutamente absorbido.

El viernes nos fuimos a una casa rural en La Hiruela, que está muy cerca de Madrid. Celebramos cuatro cumpleaños juntos. Lo hemos pasado estupendamente y no ha llovido ni nevado, así que hemos podido hacer un par de marchas por el campo. El año pasado, nos cayó una buena nevada que casi nos deja en un pueblo de Guadalajara: Bustares. Eso sí, este año la casa ha sido muuuuuucho mejor. Nuevecita, muebles sencillos y funcionales, electrodomésticos nuevos y muuuuuyyyyy cómoda.

Uno de los temas de conversación estrella fue el de la casa "ocupada" en Barcelona y que lleva a un matrimonio durante 16 meses por la calle de la amargura. Ya les dije a mis amigos (ante el lógico escándalo de algunos de ellos) que si la Ley no te protege, has de protegerte tú. Los ciudadanos hemos delegado ciertas funciones en las Leyes y los poderes públicos para que nos defiendan, como el ejercicio de la fuerza para defender la propiedad privada, pero si la Ley o las Administraciones no actúan, entonces nos deberemos defender los ciudadanos.

Hoy lunes me tomé el día libre, y a las 8:30 de la mañana, cuando me estaba despertando con toda la tranquilidad que me permite mi espíritu agitado, ha llamado el albañil / fontanero / instalador que nos va a poner el nuevo calentador de agua. Se ha presentado a las 9:10. Así que mi día de asueto a la basura. Si al menos estuviera de buen ver... pero la verdad es que trabaja muy bien, pero nada más.


Hoy pensaba cortarme el pelo, etc, porque parece increíble, pero he estado tan agobiado con el trabajo estos días que no me daba tiempo ni de afeitarme la cabeza, ni la cara ni de darme las cremitas, etc.


Espero que el albañil termine pronto de hacer agujeros en la pared para que esta tarde pueda ir con tranquilidad a ver a M. a su casa para pasar un ratito juntos.

1 comentario:

starfighter dijo...

Es la Ley de Murphy, basta que tengas un día de asueto y surgirá algo que te lo quitará. Aprovecha y descansa, anda que te lo has ganado.