martes, 8 de julio de 2008

Qué cabeza la mía

Hace tiempo dejé aquí una historia pendiente, pero caótico se ha encargado de recordármela. Es que tengo la cabeza fatal.

La historia de la compañía aérea. La historia es simple: nuestro vuelo era Madrid-Atlanta-Querétaro. La vuelta era igual pero la compañía nos hizo la gracia de cancelar el vuelo desde Querétaro hasta Atlanta. Drichal negoció con ellos (una tarde se tiró una hora al teléfono) porque nos pretendían hacer lo siguiente: vosotros os buscáis la vida y os váis a México D.F. y desde allí os llevamos a Atlanta.

Después nos trataron de meter en un avión Querétaro a México D.F. el día antes de lo previsto... y por supuesto nosotros nos pagábamos la noche de hotel en D.F. y los transportes.

Por último, y después de buscar NOSOTROS la combinación, nos dieron un Querétaro-México D.F. después enlazamos con el México D.F.-Atlanta y de ahí a Madrid.

Con lo que le "gustan" a Charlotte (es que me recuerda tanto a Charlotte físicamente que no puedo evitar llamara así) los aviones... va a tener que drogarse a gusto.

A mi también me espera un buen mes de agosto: a los 7 vuelos de México tengo que sumar que a los 3 días de volver tengo que ir a Helsinki por trabajo...

Drichal sigue con sus oposiciones, y está atacado de los nervios. Así que ha interrumpido su etapa chulazo para estudiar duro. Ha salido muy poquito durante las fiestas orgullosiles porque merecía más la pena asegurarse los exámenes. Pero en cuanto termine volverá a deslumbrar al mundo con su presencia y su alegría.


El día que Drichal termine sus exámenes...

Además ahora se ha vuelto muy selectivo y no acepta a ciertos hombressssssssssssss.

1 comentario:

starfighter dijo...

Lo de los aviones es una lotería, te puede tocar el Gordo, algún numerito o salir indemne, y a veces cansa.
Dile a Drichal, a quien no tengo el gusto de conocer, que estudie, que estudie, que merece la pena. Y verá que saca esas opos ;)