Las causas pueden ser variadas, pero en este episodio hay dos que van ganando por mucha diferencia frente al resto:
1.- Dormí en una mala postura, lo que provocó que mi cuello se resintiera un montón. Eso unido a que este año no he ido a nadar prácticamente nada.
2.- El cambio de gafas. Estos días he usado más las gafas nuevas que las lentillas, y eso casi siempre me afecta.
En menor medida hay otras posibles causas, como la visita de mi tía la talibana a estos lares. Tengo una tía monja a la que llamo la talibana, porque si hubiera sido musulmana seguro que ahora estaba luchando en los montes de Afganistán. Ha venido desde América a hacer unas cosas a España y, gracias a Dios, se vuelve en breve allí. Mi madre la invitó ayer a comer para "librarse" de ella por unos días. La verdad es que mi conversación no fue muy animada: hola, cómo estás, sí, adiós.
También es posible que el exceso de trabajo de estos días esté pasando su factura.
Ayer noche fuimos M. y yo a ver una obra en el Teatro Karpas que nos gustó mucho: "La ciudad de las mujeres". Es altamente recomendable.
Hoy es el gran día para M. Hoy viene a verle su querido Morrissey y me compró una entrada... así que esta tarde a descansar para estar fresco esta noche.
El pobre casi no ha dormido esta noche de los nerrrrrrrvios.Ahora os dejo que tengo que arreglarme par esta noche...
1 comentario:
Ay chiquillo, ¿sigues con la cabeza a cuestas? Cuidate mucho, anda ;)
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