Así que ese día lo dedicamos a sestear en la piscina y la playa.
Carlos y su amiga se marcharon y nos dejaron el coche que habían alquilado. Al día siguiente nos esperaba Chichén Itzá.
Mañana Chichén Itzá.
Una manera de desahogarme y contar algunas cosas que me cuesta contar en persona o por teléfono. Nada más que eso.
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