Nos levantamos y decidimos que yo iba a empezar a conducir el coche ese día porque J ya había conducido todo el día anterior.
Antes de salir fuimos al mercadillo que se instaló delante del hotel y compramos un par de colgantitos: M. se compró uno igual al que perdió hace años y yo compré otro del que pondré una foto cuando se la haga. Tuvimos que aguantar un rollo de uno de los indios que estaba en un puesto contando la historia de su familia.
Este era el día más rollo del viaje porque había que conducir unas horitas hasta Los Ángeles. Encima hubo un rato que estuvo diluviando. Nada más salir me di cuenta de que había una luz encendida en el panel, menos mal que J se dio cuenta de que indicaba presión baja en los neumáticos y paré (por casualidad) en una gasolinera donde había una tienda de neumáticos.
Paramos a comer en Yucca (Arizona), donde desempaquetamos los sandwiches que compramos por la mañana antes de salir y... el supuesto sandwich de atún era un sandwich de cebolla y dos trocitos de atún, así que M. entró en el supermercado y se compró una hamburguesa. Hizo muy bien, porque me fue imposible acabar el sandwich.
Llegamos a Los Ángeles y fuimos a dar una vuelta y a cenar.
Fuimos a cenar a "Cat & Fiddle Restaurant" que había visto M. que de vez en cuando se acercaba por allí el querido Morrissey. La cena nos supo a gloria después de las horas de conducción y los sandwiches malos que comimos. Allí vimos un actor del que M. había visto una película en el vuelo Madrid-NYC.
Ferragosto
Hace 3 meses
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