Las cosas de Bruselas y las cosas bellas

La verdad es que poco más se puede contar de mi experiencia bruselense. En resumen, lo pasé bien viendo la ciudad aunque me hubiera gustado verla con M., por supuesto. Los bruselenses muy incivilizados al volante (vi saltarse muchas veces semáforos y hacer verdaderas locuras) y mis compañeros de reunión... muy europeos.

Al viajar solo se me ocurren ideas peregrinas. Cuando subía en el ascensor del hotel vi esta foto



y se me ocurrió que se podría interpretar como que se aprieta el botón durante 20 segundos y 24 horas después te llaman por teléfono.

También me pareció muy extraña una ciudad en la que hay gatas que van en bicicleta



Hoy fui a que el dentista me hiciera un trabajito en la muela: una endodoncia. Lo de menos fueron los 170 €, lo peor fue que me tuvo una hora haciendo el "trabajito". Y ahora unos días comiendo blandito...

Ayer domingo celebramos el cumpleaños de Bea quien, a pesar de no ser fea, está convencida de que tiene miles de defectos. Se ha metido en una dinámica de verse mal y pretende hacerse una liposucción para quitarse unas pseudolorzas... (ya les gustaría a muchas tener lorzas como las suyas). La conversación sobre la operación derivó en un debate sobre la "tiranía sobre la mujer que debe ser perfecta en el trabajo y también físicamente". Como si los hombres no fuésemos esclavos también de eso... en la mente de cada uno está pasar o bien ser consciente de tus posibilidades.

Como no tengo el cuerpo para debates, ya sé a quién voy a votar y tengo que esperar 15 minutos más para tomar el ibuprofeno, le voy a dedicar las siguientes imágenes a Bea, para ir terminando. De alguien al que no le gusta la belleza...