Jefe.- "Hombre, ¿vienes a la reunión de hoy?"
Rickisimus.- "¿Qué reunión?"
Mi jefe me explica el objeto de la reunión (que era solamente de jefes) mientras yo pensaba que iba a estar como un pulpo en un avión.
Jefe.- "¡ah! la reunión es a las cinco"
Qué casualidad que HOY yo quería marcharme a esa hora. Pero como soy tonto no dije nada.
Un rato después un compañero clarividente me dijo que el jefe iba a ir a la reunión, 5 minutos después le iban a llamar por teléfono y se iba a marchar.
A la hora de la comida me llamó mi jefe: no iba a llegar a tiempo porque tenía la rehabilitación, así que tenía que ir yo solito a la reunión.
No escarmiento. Eso sí, he tenido mi pequeñísima dosis de venganza: en la reunión he llevado mis ideas, no las de mi jefe y cuando el ha llegado al final del todo me preguntaba por lo bajo "¿pero no habíamos acordado otra cosa entre nosotros?" y mi respuesta siempre fue "pero me ha parecido mejor cambiarla aquí".
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Otra cosa que me ha tocado los ... narices ha sido la llamada de un empresario que es amigo de mi jefe y que cada vez que estornuda, si no le sueno los mocos inmediatamente llama a mi jefe. Hoy ha vuelto a hacer lo mismo, pero ya le he explicado a mi jefe que el trabajo mío está hecho y notificado a la Comisión Europea y que es la Comisión la que tiene que responder, no yo.
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He visto las fotos de la nueva campaña de CK. ¡Qué bien está el deporte español!
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Me ha hecho gracia que en el periódico "El Mundo" han transmitido en directo el famoso desayuno de oración. Yo creo que esperaban ver salir espumarajos por la boca del padre de Alba y Laura al tocar la Biblia.
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Lo mejor del día: que M. se vino a comer cerca de mi trabajo.
4 comentarios:
Las pequeñas venganzas contra el jefe son las que endulzan un poquillo la vida, ¿verdad?
¿Qué habéis comido?
Pues recuerdo que comí pasta con pisto (la pasta bastante vulgar) y capón muy bien asado con uvas.
M. tomó una crema exquisita y una hamburguesa de solomillo (o eso dicen) con queso de cabra y guacamole.
Los postres allí son muy buenos: carlota de frutos del bosque (cómo odio eso tan extendido en los menús de los "frutos del bosque") con helado de leche merengada.
Supongo que los frutos del bosque son los que se encuentran por aquí, con frecuencia por ser Alemaniaun país con mucho bosque: grosellas, frambuesas, toda clase de cerezas, indescriptibles frutos cuyo nombre en castellano no conozco.
Efectivamente Eleuterio de eso se tratan los "frutos del bosque". Lo que me fastidia un poco es que en esta fiebre de la "nouvelle cuisine" utilicen esa expresión continuamente en lugar de llamar a las cosas por su nombre: grosellas, etc.
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