sábado, 27 de junio de 2009

Cada día más

Ya conté que había entregado los trastos de la presidencia de la comunidad de propietarios, lo que me llena de gozo pascual. No lo había hecho antes porque llego a las mil a casa y no me parece bien llamar a la puerta de la nueva presidenta a las 11 de la noche con las carpetas y carpetas de la comunidad (¡qué cantidad de mierdas guardadas!). Pero estábamos en una situación extraña: ya no me siento (ni soy) presidente pero la presidenta tampoco se sentía presidenta (porque no tenía los papeles), así que le entregué las cosas advirtiéndole de que la comunidad le ha autorizado a contratar a un administrador de fincas profesional ¡por fin! La presidenta (de 82 años) ha dado palmas con las orejas.

Como esta semana estaba con mi cefalea/migraña no me tomé el Pharmaton, así que he vuelto a sentirme muy cansado al final de la semana. Soy como el conejito de Duracell.



En el trabajo sigo absolutamente desbordado: durante la baja (y las vacaciones, y los viajes, y las reuniones, ... ) no tengo persona que me sustituya, así que los papeles se han acumulado hasta el caos absoluto. Encima ha salido a concurso la plaza que ocupo de manera provisional y ¡se me había olvidado pedir los certificados! Menos mal que hubo una persona que me lo recordó y lo pedí a tiempo. Hoy estuve terminando los papeles, el lunes los imprimiré y los entregaré.

No descarté dejar de concursar a esa plaza porque estoy hasta la p*lla. La consecuencia sería que me bajarían el sueldo y me pondrían un jefe o jefa. Pues otro que se lleve los disgustos y los marrones. Pero si dejo de concursar, me arriesgo a que me marginen en todos los concursos futuros en el ministerio, así que estoy haciéndolo casi por obligación.

Últimamente en el trabajo estoy echando responsabilidades a quien las tiene: mi jefe, lo malo es que la frase que suelto es: "donde hay capitán no manda maricón". No sé si es que estoy muy ordinario (más de lo habitual) o es que estoy demasiado harto.

Esta semana tengo varios "actos": una reunión importante el miércoles y el martes un coloquio con la prensa en el que seremos el pim-pam-pum. Pedí cita el lunes a primera hora con mi director general para preguntarle qué podemos y qué no podemos decir en ese coloquio.

La verdad es que soy un inculto musical: la muerte de Michael Jackson me la pela (estoy muy ordinario hoy). Me parece que se ha montado un circo inexplicable, o solamente explicable para vender más periódicos o dar más audiencias a las televisiones. Descanse en paz (si le dejan).

Mañana es el cumpleaños de J.U., ayer quedamos M., Drichal y yo para comer y comprarle un regalito. Estábamos por ciertas tiendas y el porcentaje de gays era del 80% entre los clientes y del 100% entre los dependientes: ya estamos en plenas fiestas del orgullo gay ¿o es así todo el año? Quizá mañana nos vayamos a la sierra a pasar el día a alguna piscina. A ver si cojo algo de color para salir bien en las fotos del coloquio del martes.

Image Hosted by ImageShack.us

He llegado a la conclusión de que soy un mal marica (que no una marica mala): está todo el mariconismo revolucionado con las fiestas del orgullo gay y a mi me trae sin cuidado. ¿Soy un mal marica?

El viernes nos vamos a Verona a ver Aida en L'Arena.

Esta noche vamos M. y yo a ver a uno de sus amigos que toca en un grupo.

4 comentarios:

starfighter dijo...

Si llevas el orgullo a diario, no creo que haga falta celebrarlo un día concreto. Y por no celebrarlo no eres un mal marica; hay gays homófobos, aunque sorprenda. Cuídate la cabeza y disfruta del weekend ;)

Gesualdo dijo...

¿Y eso de ser un mal marica cómo es? ¿como los malos cristianos que son los que no van a misa? jaja. Yo nunca he estado en un orgullo de esos, pero debe ser como un poco follón ¿no? no sé mi me gustaría.

RMN dijo...

82 años la presidenta??
Endevé

Eleuterio dijo...

Suerte con lo de Aída en Verona, que no llueva.
Ya contarás qué tan apasionados son los italianos en la òpera