jueves, 31 de enero de 2008

Por fin es casiviernes

¡Por fin es jueves por la tarde!

¡Qué ganas tengo de que llegue el viernes! Esta semana se me ha hecho dura. Aparte del trabajo no he podido ver a M. El domingo pasamos la tarde juntos, y nada más.

En el trabajo ya empezamos con la temporada de "falsificaciones": la gente no tiene cuidado, compra en el extranjero duros a cuatro pesetas y cuando llegan a España y lo quieren legalizar, se encuentran que les han falsificado los papeles y no lo pueden legalizar. No es fácil decirle a alguien que ha gastado el dinero decirle que le han tomado el pelo.

Esta semana es FITUR y vamos a tratar de ir el sábado a primera hora. En algún cartel he visto que promocionaban Turquía y me han venido los recuerdos de Estambul el verano pasado. Ahora que ha pasado más tiempo creo que ha sido un grandísimo acierto ir allí. Estar entre Santa Sofía y la Mezquita Azul es una experiencia inigualable.
La Mezquita Azul

O ver la Mezquita Azul desde Santa Sofía con la tormenta sobre nuestras cabezas.

La Mezquita Azul

O esa sensación acogedora de intimidad y a la vez de grandiosidad dentro de la Mezquita Azul. No me importaría repetir este año un viaje allí, porque la experiencia fue perfecta.

Mañana hay un concierto de Fangoria, pero me da que ni a M. ni a mi nos termina de apetecer mucho. No sé si será porque estamos muy cansados de la semana.

Esta semana mi madre me dijo que yo no era NADA romántico, como hombre que soy. Me dejó un poco sorprendido... bueno, ya le preguntaré a M. También habría que saber qué entiende mi madre por "ser romántico".

Ahora que lo pienso, lo de San Valentín no lo celebramos... ¡¡qué angustia, va a tener razón!! Pero es que me parece que lo han inventado los grandes almacenes para que compremos cosas. Unos Reyes Magos cuando ya ha pasado la cuesta de enero.

Al final M. se vino de Londres: no estuvo allí ni 8 horas, porque su amado Morrissey canceló los conciertos previstos. Madrugón para ir al aeropuerto y ... vuelta en unas horas. Como compensación del disgusto tratamos de ir a algún restaurante que nos gustase especialmente. Como era sábado noche no cabía ni un alfiler por Madrid (si hubiera estado el pirata Solbes habría preguntado que dónde estaba la crisis).



Había algo de sitio en el Kola-bora, pero el pestazo a incienso era tan agobiante que nos marchamos. Así que fuimos a un "The Wok". No está mal, para ser del grupo VIPS. No pude terminar el segundo plato por la gran cantidad que pusieron, y la calidad era aceptable.

El domingo comenzamos con la segunda temporada de Sexo en Nueva York.

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