Ayer estuve con mi M. por la tarde descongelando su congelador. Parece que me he convertido en experto en descongelaciones. También le ayudé a sumar algunas notas de los exámenes. El pobre me vio de mal humor, y se sacó de la manga (bueno, del cajón) una bola para el baño y nos dimos un baño juntos. Entre el baño, el pastillazo y el bombón de licor, me entró un sueño irrefrenable y me metí en la cama prontísimo.
También vi lo mayor que estaba porque no soporté la cena parrillera de la noche anterior y me pasé el día a base de manzanilla y boldo.
Nos llamaron a media tarde para decirnos que había muerto el padre de Bea. El pobre llevaba un par de años que se le había ido la cabeza y ahora una neumonía acabó con él. Encima que Bea se ha sacrificado un montón sin apenas viajar, la muerte de su padre le ha pillado en el único fin de semana que se ha cogido en mucho tiempo ¡en Gerona! Como no llegaron al útlimo puente aéreo, tuvieron que alquilar un coche y venir toda la noche conduciendo.
Hoy hice en el trabajo los trabajos para mi mierda de comunidad de vecinos: hacer las fotocopias de las convocatorias y preparar las cartas para un par de vecinos que deben cuotas (uno de ellos es propiedad de un banco).
A las 2 de la tarde nos fuimos al tanatorio a ver a Bea. La pobre estaba machacada después del palo anímico y la noche en el coche. Malos recuerdos...
Después del tanatorio M. me llevó a casa y me ayudó a buzonear la convocatoria. Subió a mi casa y mi madre le estuvo echando piropos. ¡Qué nerviosito sale de las visitas a su suegra!
Por la tarde volví al trabajo a hacer cosas, que hay que trabajar algo para lo que me pagan... Mi jefe se dedica a cambiarme el texto de los faxes y después tengo que ir a corregirlo. Ya he empezado a recibir llamadas de los receptores del curso que hice la semana pasada. Echan espumarajos por la boca por el programita de marras.
¡Qué bonito es el mundo con M.!
Ferragosto
Hace 3 meses
4 comentarios:
Olvídate de los siete primeros párrafos y quédate con la última frase.
Eso que dice Gesualdo y ¡ah, cómo extraño una bañera! (Que solo tengo ducha...).
Sí, hay que olvidar muuuchas cosas. Es que estos días están siendo de muchos recuerdos: papeles que encuentro de mi padre (de las veces que estuvo a cargo de la comunidad), la muerte del padre de Bea, el tanatorio,...
Lo mejor de todo es M.
Tranquilidad y buenos alimentos, relajate, que la presidencia de la vecindad te va a causar una úlcera, menos mal que tienes a M. Un abrazo, nos vemos,
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