Recuerdo aquel año en que invitaron a Bette Davis a entregar los premios del Festival de San Sebastián. Se presentó como lo que era: una gran estrella. Un director polaco hizo lo que me hubiera gustado hacer a mi: arrodillarse al recoger el premio de manos de Bette Davis.
Aquella aparición fue estelar. Recuerdo que la última entrevista fue con Jesús Hermida quien le preguntó si ella consideraba a Elizabeth Taylor la última estrella del Hollywood dorado junto a ella. Aspiró el humo del cigarro, lo expulsó con parsimonia, miró a la cámara y solamente dijo "maybe".
El relato de Diego Galán que era entonces director del festival es emocionante.
Un buen rato que me trajo M. con un pequeño video.
1 comentario:
Bette Davis es una actriz que te puede gustar más o menos pero que no deja indiferente. Copiando a Mae West, cuando hacía de buena era buenísima pero cuando hacía de mala... ufff era la mejor. Hay escenas de La loba, La carta o ¿Quien mató a Baby Jane? que te dejan clavado.
Publicar un comentario