Han pasado las elecciones consumándose el Trump-asso.
Una vez más, muchos periodistas españoles se han enfadado porque los americanos no han votado lo que ellos dictaban desde sus púlpitos mediáticos. Parece que esta vez, esa epidemia se ha extendido más allá de las costas españolas, y los americanos no han votado lo que querían los peiodistas americanos en masa, con la consiguiente sorpresa.
Recuerdo una conversación que mantuve con una persona que conozco desde hace años a través del trabajo. Ese día, de manera distentida me dijo que era judío, cosa que me sorprendió que sacase en la conversación, y estuvimos hablando de las elecciones americanas decsubriendo que ambos coincidíamos en nuestra predicción: ganaba Trump.
Se me ha ocurrido decir en twitter/Facebook que me gustaría rescatar los titulares apocalípticos de las elecciones que ganó Reagan en 1980, para ver que, a posteriori, no se acabó el mundo. Pues para mi sorpresa hay quien opina que todos los males actuales son culpa de Reagan y Thatcher. No sé, supongo que no serían santos, pero en mi opinión trabajaron para un bien que pocos parecen apreciar: la libertad. Con unas medidas se confundieron, sin lugar a dudas, pero con otras acertaron. Acertaron tanto que millones de personas han pasado de vivir en países dominados por las tiranías comunistas a vivir en democracias reconocidas y asentadas. Ganaron una guerra, la Guerra Fría, sin provocar un holocausto nuclear, lo que tiene mucho mérito.
Por cierto, las empresas democópicas deberían replantearse cómo hacen sus predicciones de resultados electorales para el futuro. Y eso que viene pasando desde hace tiempo. Viajando en el tiempo a la portada de El País del 6 de noviembre de 1980, primera elección de Ronald Reagan, decía:
""Por primera vez en veintiséis años, el Partido Republicano ha logrado
controlar el Senado de Estados Unidos, redondeándose así la derrota de
Carter, una derrota que no es sólo la de un presidente demócrata, sino
también la de los pronosticadores más expertos que, algunas horas antes
de las elecciones, vaticinaban un "resultado indeciso". Un fallo tan
garrafal en los pronósticos no sucedía desde 1948, cuando Harry Truman
arrancó la presidencia a Thomas Dewey.""
Pongo un enlace a un par de portadas de El País. Justo de los dos días posteriores a las elecciones de 1980:
5 de noviembre y
6 de noviembre de 1980. No ha comparecido Hillary Clinton hasta hace un rato, según el periódico, "Carter lloró en el avión presidencial". No me quiero imaginar la escena de Hillary anoche...
Pero bueno, creo que los periodistas no deben preocuparse, se vive mejor contra alguien que a favor de alguien. Así que ahora les esperan cuatro años de desplantes por las estrellas de Hollywood, las femen irrumpiendo en bolas en actos de Trump y cosas así. Panem et circenses.