Llevo unos días un poco serio (más de la cuenta) y hoy tuve una pequeña salida de tono en presencia de M. El pobre creo que se hartó de escuchar tonterías y me regañó, ¡con toda la razón! Así que me quedé un poco más triste de lo que ya estaba. A esta situación no ha ayudado nada el estrés de las compras de última hora en la que hemos recorrido varios centros comerciales de Madrid para buscar un regalo para sus sobrinas. En resumen, le he dado muchas vueltas a la cabeza en las dos últimas semanas. Esto de estar un pendiente de pruebas médicas (y eso que me las han hecho a la velocidad del rayo) acaba con la paciencia de cualquiera. Menos mal que M. es un hombre comprensivo.
Por la tarde fuimos al cine. Llegué por los pelos a ver Aventuras en Zombieland. La gente está (estamos) tan desatada con las compras que había varios atascos, incluso en lugares en los que nunca hay tránsito. La película es una comedia disparatada sobre zombies. La verdad es que sirve para desconectar un buen rato.
El muchacho protagonista es un empollón que se ve casi como único superviviente de una epidemia que ha convertido a casi toda la población en zombies. Ha sobrevivido porque sigue una serie de reglas que se van enumerando a lo largo de la película.
Por el camino en busca de sus padres se encuentra con Woody Harrelson, que tiene una personalidad bastante peculiar.
Ferragosto
Hace 3 meses
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