Días en los que no haces nada bien y parece que tu vida va cuesta abajo, de culo y sin frenos. Menos mal que aparece un aro salvavidas en forma humana que te abraza y te quiere.


Una manera de desahogarme y contar algunas cosas que me cuesta contar en persona o por teléfono. Nada más que eso.
2 comentarios:
Bueno, mientras el cielo no caiga sobre nuestras cabezas no hay que temer.
Además con abrazos todo es mejor.
Ya sabes... a sujetarse bien a esos brazos que te ayudan, y vendrán días mejores. Un fuerte abrazo
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