Previamente pasamos por Le Havre, que fue destruido en la II Guerra Mundial y posteriormente reconstruido. No nos gustó mucho. Ni siquiera tengo fotos. Después llegamos a Étretat, que nos encantó.
Había una exhibición de coches de época.
Recorrimos el pueblo y fuimos hacia la bellísima playa.







Aquí comimos ligerito (por los que seguían con el estómago mal) y fuimos a Fécamp, donde hay otra playa con sus acantilados. Volvimos a Deauville pronto y dimos un paseo por su inmensa playa.

Los demás cenaron ligerito de nuevo pero M. y yo nos fuimos a cenar a un restaurante a solas, ya que era la última cena de esas vacaciones.
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