domingo, 3 de marzo de 2013

Pólvora del innombrable

Esta semana en el trabajo ha sido, una vez más, un ejemplo de la demencial desorganización de nuestro ministerio y, me temo, de nuestra administración. Impresionante el nivel de estupidez que tienen nuestros políticos. Me está viniendo bien esta "pérdida de virginidad" respecto a cómo se portan incluso los que tienen mejor fama pública. También me ha dado por pensar que algunas veces eso es culpa de los adláteres que les rodean y les intoxican con su incienso. Eso provoca que en numerosas ocasiones haya que tirar con pólvora del... innombrable para resolver determinadas situaciones, aunque en este caso haya sido una pólvora ridículamente pequeña.

La semana se puede decir que ha sido la de Corinna. No podía dar crédito a mis oídos cuando el lunes escuché durante el desayuno (pongo la radio) que la portada del "¡Hola!" era Corinna. Me pregunto cuánto me/nos habrán costado las andanzas del innombrable con la protagonista de las portadas de la semana (primero "El Mundo" y después "¡Hola!"), porque tengo claro que eso ha salido con dinero de nuestros costillares.



Recuerdo una aparición estelar de Maria Callas en la Ópera de París en la que de vez en cuando miraba al palco donde estaba Onassis y movía ostentosamente la mano en la que brillaba un anillazo espectacular, se supone que regalo de Onassis. No sé por qué esta portada me recuerda a esa gala.

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Ayer fuimos a ver "Siete psicópatas". Una película espantosa. No merece la pena ni siquiera bajársela a través de internet. Una verdadera mierda. ¡Qué pérdida de tiempo y de dinero! (para el espectador, claro).


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He retomado la visita a la piscina, a ver si esta semana no surge ningún imprevisto que me haga ir de cabeza en el trabajo.

Creo que he localizado a un muchacho que debe ser de la cofradía gay, y la verdad es que me da pena. Es de los que va a curso (yo voy por libre) y va con un grupo de muchachos veinteañeros ciertamente macizos.





Este chico siempre me pareció que tenía la mirada "turbia" y ayer creo que lo terminé de confirmar. Sus amigos no fueron a la piscina y cuando yo llegué él acababa de salir. Cuando iba a entrar en la ducha previa, le vi dar un paseo por las duchas sin motivo aparente. Me marché a hacer mis largos y después de cuarenta minutos volví y el chico estaba saliendo del vestuario. Me parece mucho tiempo para ducharse y vestirse. Incluso a mi, que me gusta disfrutar del chorro de agua caliente en la espalda, no empleo tanto tiempo ni en broma.

No creo que estuviera ligando porque es una piscina de barrio, en horario "infantil" y sin cancaneo aparente (aunque soy muy despistado creo que lo hubiera notado si lo hubiera).

La verdad es que el tío tiene una mezcla de miradas entre turbia y triste. Me da la impresión que está muy necesitado de "hacer su vida" y no se atreve. Claro que, seguramente, todo es imaginación mía.

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A M. le regalaron en Navidad el libro "Chocolate moderno" de Pancracio. Ya hemos hecho unas cuantas recetas que han salido muy ricas. Además, al ir mejorando la técnica, cada vez salen mejor.



La semana pasada un bizcocho de vainilla y chocolate que me gustó más a mi que a M.



Esta semana un bizcocho de nueces y pepitas de chocolate que nos ha gustado a los dos.


6 comentarios:

Eleuterio dijo...

No soy muy de postrod pero esos tiene unapinta bárbara.

Porbre nene en la piscina.

Soy muy salido, también quiero fotos tuyas en speedo.

AdMiles dijo...

Respecto al innombrable me reitero en lo que puse en Facebook.

El que quiera P... que se las pague.

rickisimus2 dijo...

Estimado Eleuterio, te aseguro que el de nueces y pepitas de chocolate está buenísimo ¡y muy sano! ;-)

De momento no hay fotos mías en Speedo, hasta que no tenga un Speedo. ;-)

rickisimus2 dijo...

AdMiles, no puedo estar más de acuerdo contigo. Me temo que la hemos pagado, entre otros, tú y yo.

Sufur dijo...

Lo de las duchas de cuarenta minutos no me sorprende nada. Yo en mi gimnasio entré una vez al vestuario y me fijé en un tipo que se disponía a ir a ducharse. Dos horas más tarde, cuando terminé mi entrenamiento, me lo encontré en la ducha...

Pernam dijo...

Si yo tuviese en casa tanto postre casero no podría calzarme un Speedo en la vida.