viernes, 20 de marzo de 2009

En mi familia cuecen habas...

En mi familia hay una peculiaridad: hay sobreabundancia de monjas. Algo que no es habitual en la población ha resultado que en mi casa se da por partida triple y en ambas familias (materna y paterna).

La relación con una de ellas es buena, aunque se enfrió algo a raíz de algunos episodios ocurridos durante la enfermedad de mi padre.

La relación con las otras dos es mala, por decirlo suavemente. Una de ellas es misionera en Sudamérica. Lleva allí más de 50 años y yo le llamo la "talibana" porque si hubiera sido musulmana estoy seguro que ya se habría suicidado con un cinturón bomba en Afganistán o en Europa... Un par de muestras de su comportamiento: un día se tenía que sacar una muela así que emprendió un viaje desde el poblado donde estaba hasta la ciudad más proxima para ir al dentista. En ese viaje empleó 24 horas. Al llegar al dentista le dijo que tenía que volver al día siguiente porque se le había agotado la anestesia. Como mi tía no quería "perder más tiempo" le dijo al dentista que le sacase la muela SIN ANESTESIA.

La segunda muestra: cuando su madre (mi abuela) empezó a sentirse mal (con 96 años) llamamos a mi tía para que volviera y respondió que no, porque su madre no estaba objetivamente muriendo. Al entrar en coma 15 días después lo meditó y nos respondió que para qué iba a venir, si ya no la iba a reconocer. Al morir nos dijo que para qué iba a venir al entierro...

Digamos que con esa tía "no me llevo" porque, gracias a Dios está muy lejos.


El problema está con la otra, hermana mayor de mi madre. Siempre dando por cu*o porque sabía del favor que le brindaba mi abuela por el hecho de ser "su hija mayor" ¡y monja!. Con ella aprendí a mentir: cuando mi madre estaba sumida en una depresión llamaba a mi casa y cada llamada suponía un disgusto para mi madre, así que gracias a ella, aprendí a mentir por teléfono.

Gracias a Dios se la llevaron al norte de España a que diera un poco por cul* a los locales (pongo este enlace porque estoy seguro de que en su maldad está implicada), pero de vez en cuando llama por teléfono.
¿A quién estará fastidiando con esa cara de felicidad?
Es una persona tan retorcida que se ampara en la buena educación de la gente para hacer lo que le sale del coñ*. Además tiene cierto "arte" para hacer SIEMPRE las preguntas que más te pueden doler, tocarte en la fibra más sensible. Ha sido la única persona en el mundo mundial que ha sacado de quicio a mi hermana, que es la persona más paciente del Universo.

Hace 5 años yo estaba en casa y tenía el día con los cables cruzados. En ese momento llamó por teléfono y me dije "¿qué tienes que perder?". Así que me despaché a gusto. Lo más suave que le llamé fue "put*" y "anticristo". Y le avisé de que no quería con ella la más mínima relación ya que no compartíamos nada, "excepto ciertos genes, para mi desgracia". Y que como no dejase de llamar pediría una orden judicial de alejamiento. A mis padres se les cayeron los huev*s al suelo cuando me veían gritar como una hidra por teléfono aquella sarta de barbaridades. Pero el gozo de poder intuir la cara de la muy p*ta mientras sostenía el teléfono en la mano no me lo ha quitado nadie.

Seguro que hay quien piensa que decirle esas cosas a una monja es pasarse de la raya, pero aseguro que en este caso es un deber para con la Humanidad. Hay que luchar contra "el mal" sea cual sea su manera de manifestarse.

Luchando contra el mal

El descararme con ella me ha servido para que ni se le ocurriera tratar de que me fuera hasta su guarida a buscarla (como trató de hacer con mi hermana) ni otras mamarrachadas varias. Cuando mi padre murió le advertí de que si aparecía por Madrid "tomaría las medidas oportunas", y no apareció, gracias a Dios.

Últimamente se deleita "recordándonos" ciertos aniversarios como el de la muerte de mis abuelos. Ante eso mi madre se pone mala y dice"¿acaso cree que me olvido de cuándo han muertos mis padres?". Ahora ha empezado a "recordarnos" la muerte de mi padre. Ayer que era el santo de mi santo padre nos vuelve a llamar para recordarnos que hoy era su santo y que además estás muy próximo el segundo aniversario de su muerte. No tenía fuerzas para coger el teléfono y desahogarme un rato, así que dejé que saltase el contestador.

Pero hoy me he acordado de la carta que llegó el otro día (mi tía sigue utilizando el correo tradicional) en el que nos enviaba un correo electrónico de mi tía la talibana y en la misma carta nos pedía el correo electrónico porque ella se ha hecho una cuenta...

Mi mente calenturienta ha pensado en hacer una pequeña maldad: enviarle fotos de anatomía humana para que se ilustre, por supuesto de forma anónima ¡o no! Mi madre me trata de parar diciendo que me va a denunciar, pero creo que valdría la pena, y sería una manera de tratar de que casque de una p* vez (del susto o de pensar en lo que se ha perdido). Quizá sería otra manera dando su email a diestro y siniestro en algún foro de internet.

Releo lo escrito y veo que destila un odio enorme. Pues es verdad, tengo verdadero odio, y me gustaría que me dejase en paz, pero no lo consigo.

Espero que en estos días de ducha y tranquilidad podré encontrar cuál es la mejor solución para esto... o la mejor manera de luchar.

Buscando la pulga

5 comentarios:

starfighter dijo...

Uff, la familia. Casi nada. Uno siempre intenta llevarse lo mejor posible con ella pero cuando te encuentras con alguien que ES malo/a entonces lo mejor es intentar alejarlo de tu vida. Encima tú lo tienes por partida doble. La verdad es que son cosas que no entiendo porque además son personas que "supuestamente" deberían ir predicando y practicando el amor al prójimo. Y no dar por c..o y joder la vida a los demás, especialmente a tu familia.

No dejes que te arrastren al lado oscuro. Aunque yo me crearía una cuenta ficticia, se las enviaría y les estaría bombardeando con ese material especial que estás pensando. O una presentación en Powerpoint de lo más inocente. O una suscripción a alguna revista. Y lo dejo ya que seguiría todo el día dando ideas, jejeje. Cuídate y un abrazo.

Alfonso Saborido dijo...

puf, si yo te contara. Hace un mes murió mi hermana, tras tres años de cáncer de mama. Qué te voy a contar. Pues ¿sabes quién ha sido el único que nunca preguntó por ella, no fue a verla al hospital, no fue al entierro y ni siquiera a la misa?
Mi primo el cura. Pa matarlo, soy cristiano, pero cada vez me dan más asco algunos comportamientos, de verdad.

Mac Dubh dijo...

Mira en mi caso no es familia pero durante 7 años trabaje casi a diario con una monja que de nombre Sor Lourdes pasó a ser llamada "Sor Krueger" era y es maligna y retorcida. Mala persona con los pacientes,inhumana con los familiares y llegó a hacer verdaderas atrocidades...Cuando me quejé de lo que hacia se abrió una investigación pero no pude demostrar nada por que le "taparon" todo. Un día, que ya no soportaba mas su veneno perdí los papeles en el control de enfermería y ante una de sus coñas indirectas me giré y le dije: O te callas de una puta vez o te doy una hostia y darás vueltas como una peonza....
Mas tarde ante otra le dije: Coge la escoba y sal a volar un rato y dejame en paz... y de ahí muchas... Y para no extenderme mucho: Un dia trabajando con su superiora le comenté: anda que menudo bicho teneis arriba trabajando en mi unidad...¿Sabes que me respondió? Cuando yo, no he podido con ella; tu no podrás.... Y si pude. A raiz de todas las quejas que me hacian de ella, y ya que ami no se me creia; empecé a enviar a los pacientes y familiares a hablar a dirección de enfermería y al convento. Saltó el escándalo y fue mayúsculo ya que la historia era mucho más que lo que yo imaginaba... Perro por desgracia la Iglesia tenia otros planes para ella... La reubicaron en un colegio de niños del que la echaron, la mandaron a un geriátrico y la echaron también... Y no he sabido ya más de ella

Mac Dubh dijo...

Por cierto ¿has probado a ponerte anestésicos locales? muchísimos líquidos y fibra ¿ok? anda cuidate

Gesualdo dijo...

Joder con las monjas. En mi familia no hay ninguna pero la verdad es que yo de las que conozco sólo puedo hablar bien, claro que como en todas partes habrá de todo.