miércoles, 11 de julio de 2007

Hamlet

Ahora comprendo mucho mejor a Hamlet.

Es algo que me da apuro contar, pero creo que me viene bien poner esto negro sobre blanco y explicarlo. Voy a utilizar esto como una terapia, al menos por ahora.

Después de la muerte de mi padre estuve mal, como es natural. Me sentí triste, como es natural, abatido, anonadado y con mis snetidos algo embotados. El pobre M. ha sufrido mis bajones de ánimo algunos días.

Tengo un sueño recurrente que me tortura, que hace que cada día que me voy a dormir tenga miedo. Miedo no del sueño en sí, sino del sufrimiento que conlleva. Es algo que produce que si me meto a la cama para dormir, no concilie el sueño en absoluto.

Sueño con mi padre, va con mi madre y mi hermana caminando tranquilamente, y ellas van charlando demanera animada. Y cuando nos encontramos con alguien ellas charlan y charlan con los conocidos y ellos saludan a mi padre. Entonces, ante esa impostura (para mi) grito: "¿pero no os dáis cuenta que está muerto? ¿no os acordáis?".

Ahora entinedo mejor el espectro de Hamlet. Era la parte de la obra que me parecía que chirriaba (iluso de mi) y ahora me parece la más real. Por suerte no va a haber ninguna historia de venganza a continuación.

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