Este fin de semana estuvo muy bien. Fuimos M. y yo con sus amigos a una casa rural cerca de Trujillo. No cuento más porque ya lo ha contado M. en su blog, y lo ha contado muy bien.
Aquí va una foto que conseguí sacar:Uno de los momentos soprendentes de la excursión a Trujillo fue, aparte de sus maravillas, el encontrarnos con una tienda de fotografía con unos ejemplos asombrosos: la cabeza del niño en cuerpo de superman. ¡La cabeza se movía sin parar de un lado a otro! Juan trató de hacerle una foto con su supercámara, pero se volvía loca con el ir y venir de la cabecita del niño.
Otro ejemplo está en estas dos fotos:
¿Me das un soplidito en la espalda?
Pensamientos sobreimpresionados
Confieso mi pensamiento estereotipado: pensaba que en un pueblo de Extremadura no habría una tienda (¡frente a una iglesia!) donde se exhibirían fotos tan ¿ambiguas? No sé si es la palabra adecuada, pero quizá decir que son unas fotos bastante gays es muy fuerte... ¿o no?
Lo malo vino que dormí en mala postura y me dio dolor de cabeza. Lo bueno es que he dormido dos noches seguidas con M. y eso no se paga.
Compré unos bizcochos para llevar al trabajo por dos razones:
- porque me daba la gana
- por llevar la contraria a un compañero del trabajo que le ha cogido manía a una de mis compañeras que ha instaurado la costumbre de llevar un detalle cuando viene de viaje, ya sea de trabajo, ya sea de placer
Me parece una buena costumbre, y no voy a secundarle porque no la pueda ver.
1 comentario:
La costumbre de llevar algo al curro por irte de viaje no esta mal. Donde yo trabajo lo solemos hacer y la verdad es que pruebas cosas estupendas y bastante raras que se trae la gente de los sitios más insospechados. Además, si te llevas bien con la gente del curro pues es todo un detalle que siempre agradecen y ¿porqué no? Si te apetece pues adelante aunque a alguien le moleste.
Un abrazo
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