Hoy hice mis deberes familiares y fui a hacer de Rey Mago. Visité el Mercado de Artesanía de la Plaza de España, no tardé mucho porque iba a tiro hecho: un colgante para mi hermana.
Pensé que lo mejor era un perfume para mi sobrino, que ya está en edad de presumir (y presume)
y un libro para el marido de mi hermana: "Un mundo sin fin" de Ken Follet. Reconozco que me ha venido como llovido del cielo, porque es muy difícil encontrar un regalo para alguien que tiene de todo. Lo malo es que el cabr** de mi sobrino se lo había regalado AYER.
Así que mañana (domingo) me toca volver a la fnac a cambiar el libro por otro, o ... devolverlo y adherirme al regalo de mi madre.
Confieso un pecadillo de juventud: "Los Pilares de la Tierra" no me gustó demasiado. Llegué con dificultad a la página 400, a partir de ahí la novela se me hizo muy entretenida, pero la sensación que dejó es que no pasaba de ser un culebrón ambientado en la Edad Media.
P.D. Espero que la primera imagen de hoy no constituya una tentación para el Sr. Obispo de Tenerife. ¡Ah!, no, que a él lo que le tienta son las/los adolescentes de trece años. ¡¡¡Manda huevos!!!
1 comentario:
Ultimamente me gusta mas tu blog ... jeje esas fotoooooss .... se ve que ya estas mas animado ( aunque tosas...), suerte con los regalos.
besukos
mokko
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