Me ocurre de vez en cuando, y sé que debo aprender a controlar esta montaña rusa que es mi estado de ánimo, pero es muy complicado.
Encima M. sufre estos altibajos y ahora él necesita el máximo apoyo.
Una manera de desahogarme y contar algunas cosas que me cuesta contar en persona o por teléfono. Nada más que eso.
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