Ayer traté de escabullirme en el trabajo las primeras horas para poder ver qué me habían dejado encima de mi mesa durante mis vacaciones. Una vez superado el trauma, aparecí por las oficinas de los demás y mi jefe me dijo que "creía que te habías marchado definitivamente". El muy jodío ahora se marcha ¡dos semanas! Viene repleto de proyectos en mente, lo que incluye que voy a seguir como put* por rastrojo, pero ya le voy a poner los puntos sobre las íes cuando vuelva de vacas. De momento yo a terminar lo que tengo pendiente por ahí y a coger menos el teléfono. Ese es uno de mis propósitos de año nuevo.
Otro propósito es organizarme mejor. Ya lo he empezado a hacer.
Otro propósito es descansar en las vacaciones de verano, porque me he dado cuenta de que este año fueron muy cortas por tener que irme de viaje de trabajo tres días después de venir de México. Este año, o bien las hago más largas, o bien al volver de vacaciones me quedo unos días en casa de relax. Al final, la de Navidad se hacen muyyyyy largas.
1 comentario:
¡Hola!
Muchas gracias por tus visitas a mi blog y por tu interés por mis achaques (ay, la edad...) Ya me encuentro algo mejor y sí, la verdad es que tengo que buscarme un buen fisioterapeuta a ver si me arregla un poco... Saludos desde Santander (¡qué lejos!)
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