De rebajas que no lo fueron

El día 5 por la tarde fuimos de compras y M. se compró una jarapa en el mercadillo de artesanía de Madrid. Allí nuestra amiga Charlotte se compró un gorro para secar el pelo, muy curioso.

Teníamos que esperar hasta las 21:30 porque habíamos quedado a cenar, y para ir a comprar la jarapa habíamos quedado a las 17:00, así que nos metimos en la cafetería Nebraska que se incendió hace unos años y como unas señoronas, nos tomamos un chocolate con roscón mientras criticábamos a todo el que no estaba...

Comenté por casualidad que tenía un descuento del 20% en Sephora y a Charlotte se le iluminaron los ojillos. Ella quería visitar el templo de los cosméticos. Quería ver en cuánto se le quedaba la famosa Strivectin, la crema que comenzó quitando las estrías de las embarazadas y ha terminado quitando las arrugas de todas.

Mientras Charlotte miraba las cremitas, un dependiente se acercó a M. y a mi y nos hizo una demostración del efecto de una crema para hombres: Skeen +. Asombroso: hizo la demostración en el dorso de una mano de M. y se notaba una clara diferencia con la otra mano. Claro que el precio era similar al del Strivectin.
Charlotte se decidió por una de las Stri... y el mismo dependiente le comió la oreja de tal manera que se terminó llevando la crema de hombre (Skeen) en lugar de la Stri... ¡y eso que era más barata! Le dijo que sus compañeras la estaban utilizando y les iba muy bien. Espero que Charlotte nos mantenga informados acerca del progreso de su piel.



Después fuimos a cenar al Samá Sama con Carlos y los demás como cena de despedida, ya que el viernes se vuelve a México. Cenamos de maravilla pero nos pegaron un palo...

Ayer fuimos de rebajas. Primero fuimos al Decathlon que hay junto a la casa de M. para cambiar los pantalones que me habían traído los Reyes Magos ya que estaban un poco pequeños. Después llegamos al centro comercial de La Gavia porque M. quería mirar una chaqueta que le había gustado en Celio. No la encontró, así que lo que hicimos fue dar una vueltita y admirar el nuevo centro comercial. Comimos muy sano, para depurar nuestros cuerpos una ensaladita y un par de croquetas.

Fuimos a por Carlos a casa de sus padres y nos marchamos a El Corte Inglés de Castellana (tengo parientes que le siguen llamando "de Generalísimo" que era el nombre anterior de la Castellana). Miré unos zapatos que me habían gustado hace unos días y ayer no me gustaron. M. miró algunas cosas y tampoco le convencieron y por último, Carlos estuvo comprando algo para uno de sus "ligues" en México D.F.

A la vuelta, llamaron a M. los de la alarma porque había saltado debido a un corte de electricidad. Al volver a casa había muchos vecinos en la puerta. La instalación del edificio tenía un fallo que había hecho que se quedasen sin neutro lo que provocó un pico de tensión y estropeó varias cosas: el portero automático, la puerta del garaje y algunos electrodomésticos que estaban enchufados, como la caldera... así que M. está sin calefacción ni agua caliente en los días más fríos del invierno.