¡Por fin!
Por fin se acabó la puñetera reunión. La verdad es que el 80% del éxito se debe al lugar de reunión: un palacio oficial, con decoración del siglo XIX o principios del XX y con medios audiovisuales del siglo XXI. Otro 15% se debe al catering, que estuvo soberbio, a pesar de ser relativamente barato. El otro 5% se debió a la agenda de la reunión, que no fue tan desastrosa como yo esperaba.
Ahora sigue quedando trabajo: hacer las actas, hacer informe interno, hacer el expediente para pagar el catering, pero el estrés de la visita de 35 personas de toda Europa se acabó.
Me hacía gracia ver la cara que ponían cuando entraban en el Palacio, porque era de un asombro inmenso. Como la agenda fue más escasa que en otras ocasiones, por la falta de dos invitados bastante activos en estas reuniones, vi con alivio cómo se entretenían deambulando por alguna de las dependencias y haciendo fotos a los adornos o haciéndose fotos junto a los adornos.
Me sorprendió que el representante irlandés, que es muy simpático y práctico y que normalmente no hace concesiones a la estética, me pidiera una foto de grupo (algo que yo ya había previsto) y que en estas reuniones nunca se hace. Una polaca me estuvo dando las gracias durante ¡10 minutos! por haberlo organizado en un lugar tan bonito y uno de los suizos (encantador, por cierto) me agradeció que les hubiéramos tratado como reyes.
Ferragosto
Hace 3 meses
3 comentarios:
Pues felicitaciones; gratifica que los participantes te agradezcan.
¿Ves como al final todo sale? Si es que eres un crack. Muchas felicidades y ahora a relajarse un poco. Besos ;)
Menos mal que el continente no dependía de mi sino de la Administración (así en general).
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