Fuimos de balneario

Ayer fuimos de balneario M. y yo.


Como Lourdes y Juan nos dijeron que estaba bien, nos marchamos a la Termas de Griñón. Está muy bien pero algo masificado, al menos a la hora a la que nosotros fuimos. Tiene una piscina grande con chorros que van "pegando" en diferentes zonas del cuerpo. Lo de "pegar" es casi literal, porque salíamos (todos) con la espalda roja como si nos hubieran azotado.

Tienen tres saunas, una piscina helada (los cubitos de hielo caen del techo), varias piscinas saladas: la última con tal densidad (la llaman Mar Muerto) que flotas aunque no quieras. También hay duchas de varios tipos, dos jacuzzi y una sala que es un poco camelo con lucecitas azules y que dicen que relaja... Por último hay una zona con camas que tienen luces infrarrojas pero que no calentaban mucho, la verdad.

Entró junto a nosotros una parejita de chico-chica y el chico era "mono", cachitas, pero me daba mucha grima, porque tenía unas piernecitasssssssssssss. Ays, ¡¡¡hay que trabajar más las piernas y menos los pectorales!!! Es que estos heteros necesitan un asesor gay en cuestión de estética.

M. es un poco travieso y me metió mano (pero poquito) en la piscina de los tréboles, aprovechando que con tanto burbujeo... ¡malo!

Después fuimos a cenar a Parquesur y entramos en una "La Fábrica" y comimos una degustación de salchichas (que nadie piense bien) que estaban muy buenas (¡cómo no!) pero las patatas fritas estaban un poco asquerosas. Llamé a Miguel y Javi para quedar con ellos pero ya tenían planes familiares, así que no fue posible.

Hoy dormí como un bebé. ¡Qué bien me hacen las saunas!

Seguramente hoy no saldremos, estamos cansados y necesitamos un poco de tranquilidad. Quien quiera venir, que se atenga a las consecuencias: una tarde tranquilita.