Teatro

Hoy fui a un funeral. Hace un par de semanas murió un conocido y fui al tanatorio. Hoy era el funeral. Me resultó curioso que hubiera funeral. Este matrimonio de excelentes personas tenía unas ideas muy curiosas y, en mi modeta opinión, equivocada.

Por ejemplo, tenían la idea de que "el hijo de un obrero tiene que se obrero". Un día que me vieron con corbata me dijo el difunto: "un obrero con corbata es una lata". No dejaron estudiar a su hijo porque "es hijo de un obrero y ha de ser obrero, y no debe estudiar". Curioso y absurdo determinismo. Otro detalle curioso sobre el finado: era bastante cuidadoso con los gastos (por decirlo suavemente) lo que le llevaba a recriminar a su mujer el agua que empleaba en regar cuatro macetas con geranios, por poner un ejemplo.

También presumían de ser socialistas de los de antes de la Guerra Civil (de ahí las ideas "obreriles" antes expuestas) y anticlericales, y contaban que el único día que habían ido a misa era el de su boda, porque era obligatorio. Hoy han celebrado un funeral. La verdad es que como la homilía del sacerdote era bastante mediocre, mi mente voló a una conversación conmigo mismo pensando que estábamos en una gran función teatral. ¿Era necesario ese paripé? Yo creo que si mi padre no hubiera ido en su vida a la Iglesia no hubiera celebrado ningún funeral por él, porque me parece que se iba a revolver en su tumba.

En resumen, que no me he llevado un buen sabor de boca de esta tarde. Mañana tengo el funeral de la madre de mi jefe.