Por fin es fin de semana.
Estoy machacado después de una semana agotadora. El jueves fui a buscar a un pariente que vino de Canarias y se queda en mi casa hasta el domingo: vino en el último avión de la tarde/noche y me acosté a la 1:30 a.m. del viernes... y al día siguiente hubo que trabajar, por supuesto.
Flipo en colores: mi actual compañero de despacho está escribiendo una novela. A veces me dan ganas de dejarle algunas cosillas para que me ayude, pero es que no quiero cortarle la inspiración. Luego dicen de los funcionarios...
Anoche podíamos haber salido con amigos M. y yo, pero le pedí que nos quedásemos en su casa, porque no tenía muchas ganas de salir.
Los ánimos... bueno, pues normalitos. A ver si consigo subirlos un poco.
Ferragosto
Hace 3 meses
No hay comentarios:
Publicar un comentario