jueves, 6 de septiembre de 2007

De vuelta en Las Palmas

Hoy la despedida de mi madre ha sido dura. Estos días se nota que necesita compañía, se siente sola, necesita hablar y no sirve que le llamemos por teléfono cada dos por tres. Encima hemos hecho el trámite del notario, y se quiera o no se quiera, estas cosas son muy desagradables.

Ya conté que me dejaba a punto de soltar una lágrima cada vez que veía el nombre de mi padre en los documentos. Sí, soy un llorón.

Se ha pasado la tarde diciéndome lo bien que se sentía cuando me tenía en casa, etc. Creo que es mejor que no se dé cuenta de que a mi me es muy duro también, aunque algo se sospecha, porque sabe de mis insomnios.

1 comentario:

starfighter dijo...

Las despedidas son siempre duras y más cuando son de familiares tan directos como tu madre (y es que madre solo hay una).

Mucho ánimo y piensa en los dias que has estado con M de vacaciones.