domingo, 23 de septiembre de 2007

La noche del sábado

Ayer noche fuimos a ver Hairspray.

A la salida estaba diluviando, así que en lugar de dirigirnos hacia Chueca, donde pensábamos ir a algún restaurante a cenar, nos quedamos en la calle Cádiz, y nos refugiamos de la lluvia en "Los majaderitos". Pedimos una fuente de huevos rotos que estaba BUENÍSIMA. No sé si era por el tiempo que hacía que no los probaba o por el hambre que tenía después del cine, pero me supieron a gloria. Incluso les envié un sms a un par de compañeros de Las Palmas para darles un poco de envidia. Jejeje. Siempre me dicen que a ver si vienen a Madrid conmigo y les llevo a sitios de tapeo.

Después de cenar había dejado de llover y pensamos que podíamos ver algo de "La noche en blanco", aunque con pocas esperanzas, porque el año pasado solamente vimos un espectáculo circense en la explanada del Bernabéu.

Quedamos con Drichal en la puerta de Correos, en Cibeles. Fuimos hasta la Puerta de Alcalá y no vimos nada. En el Cuartel General del Ejército había una cola para entrar a la que renunciamos. En la fachada del Círculo de Bellas Artes había un tío pintarrajeando pancartas que estaban colgadas (¿eso es arte? sí, soy un paleto que entiende muy poco de arte), en medio de la calle Alcalá (frente al Círculo de Bellas Artes), había una recreación de un minipiso de 30 metros cuadrados.

El Edificio de Telefónica, en Gran Vía estaba iluminado y con palabras en muchas ventanas. Bajamos por Gran Vía y en la puerta del Cine Capitol se podía ser estrella por una noche. El Edificio España tenía iluminadas todas sus ventanas con diferentes colores, que iban alternándose. Bonito, pero nada más.

Por la calle había miles y miles de personas. Invadíamos las calles porque era imposible circular por las aceras. Había algunos que circulaban en bicicletas e incluso algunos iban en patines arriba y abajo de la Gran Vía.

Como todo ese arte era demasiado conceptual o había que esperar muchas colas, nos fuimos a tomar algo al Liqüid. Hacía más de un año que no aparecía por allí, y como bien dijo Drichal "qué hartura. Siempre son los mismos, aunque la gente cambie." Había bastante gente, pero no tanta como otras veces, muchas caras que no eran conocidas pero que sonaban, porque se repiten las actitudes, las poses, los estilos, ...

A la vuelta tuvimos suerte y cogimos el bus justo cuando salía, y M. me llevó a casa en coche. ¡Qué ilusión! Mi novio me lleva a casa en coche.

4 comentarios:

starfighter dijo...

Bueeeeeno, me alegro que lo estes pasando bien en Madrid. A disfrutarlo a tope ;)

rickisimus2 dijo...

Te quejarás, que tú vas a la playita.

Javi (@Treintanyero) dijo...

Joder, que tiempos!!!

Me acuerdo cuando vivía en Madrid, y de vez en cuando iba al Liquid (que siempre estaba a reventar), y al lado había uno que me gustaba bastante más; se llamaba "Camp", creo...¿Sigue todavía?

Saludos

Javi

rickisimus2 dijo...

El "Camp" lo cerraron y lo reabrieron como Griffins, creo recordar.