sábado, 29 de septiembre de 2007

Vamos a la playa

Creo que en un ratín me voy a la playa de Maspalomas.



Ayer dije de cachondeo en el trabajo que hoy iba a la playa a la zona nudista. Oliva dijo: "habrá que apuntarse a ir mañana a la playa". No sé si estoy paranoico con ella...

viernes, 28 de septiembre de 2007

Noticias ¿absurdas?

Acabo de ver la siguiente noticia en El Mundo:

JOLIE, CON SOLANA. Angelina Jolie compartió charla con el representante de Exteriores de la UE, Javier Solana, en Nueva York, donde debatieron temas como la situación de los refugiados, la pobreza y la orfandad en el mundo. La actriz asistió además a las sesiones de la Iniciativa Global Clinton y visitó las instalaciones de la ONU. (Foto: REUTERS)

Estará muy buena, no lo discuto, pero ¿el Sr. Solana no tiene cosas mejores que hacer?

Reproches menores

Desde ayer hay pequeños reproches. Me dicen que todos los peninsulares nos vamos de aquí.

Casi todos mis compañeros de trabajo lo saben, pero no todos. Irme de aquí ha sido un objetivo por varias razones:

1.- Por volver con M., evidentemente. Al principio pensé en convencerle de que se viniera aquí y entre los dos pagar su piso allí y uno aquí, pero las circunstancias lo han impedido.

2.- Por darle en las narices a mi jefe hi** de p***. Hace meses, cuando mi padre empeoró a ojos vista tuve la oportunidad de obtener un traslado en comisión de servicios y me lo negó. Me jodió que me lo negara, evidentemente, pero más me jodió que no me lo dijera a la cara y que, días después, me enterase que encima se jactaba de haberme cerrado las puertas al traslado. Él sabía perfectamente mi situación familiar y no tuvo la mínima consideración. Creo que si hubiera hablado conmigo y me lo hubiera razonado (como me consta que hacen otros jefes en la misma situación) mi cabreo no hubiera sido tan enorme.

3.- En estos meses han cubierto la plaza de mi jefe inmediatamente superior con un compañero que es apenas 10 años mayor que yo. Ahora mi esperanza de promoción sería esperar a su jubilación, dentro de 20 ó 25 años. Es decir, seguir los próximos 20 ó 25 años haciendo el mismo trabajo y con el mismo sueldo...

Aquí he sido muy feliz: he tenido muy buenos compañeros, he reido mucho con las ocurrencias de algunas personas, he vivido grandes anécdotas, he ganado muchísima experiencia,...

También he pasado momentos muy tristes: la muerte de mi padre, la lejanía de M., la lejanía de la familia,...

En resumen, cosas buenas y cosas malas. Como todo en la vida. Ahora comenzará una nueva etapa.

Echaré de menos poder coger los domingos la guagua e ir a Maspalomas, cantar para mi "Allá abajo en el sur de Gran Canaria,..." al ver esa obra de arte que es el faro de Maspalomas. Leer el periódico tendido en la arena, dormitar un poco al sol, pasear por Vegueta, contemplar el puerto desde la avenida marítima, la calle Triana con su animación perpetua, ir el sábado por la mañana por la calle Cano, pasar frío en Teror mientras camino por esa calle mágica que desemboca en la Basílica de la Virgen del Pino, el maravilloso templete del Parque de San Telmo, ...



Templete modernista del Parque de San Telmo




La paz se respira en Vegueta




La Casa de Colón




La Casa de Colón

Ahora podré ver a M. casi cuando desee, dormir con él, acompañar a mi familia en buenos y malos momentos, pasear por la calle de Alcalá, ...

No me voy feliz por irme, me voy porque toca.

Hoy fue la despedida del becario, ha estado unos meses y se ha hecho querer. Se ha llevado una gran sorpresa cuando ha visto que habíamos comprado patatas, unas cervezas, vino y habíamos organizado una pequeña depedida. Entonces los compañeros me han dicho que dentro de poco me toca a mi... les respondí que ni de coña, que no me gustan esas celebraciones, que nos tomamos unas cervezas en el bar de al lado y ya está, pero en ese momento Oliva sugirió: "en lugar de unacomida podemos hacer una cena". A pesar de mis protestas, la idea ha cuajado. ¡Uf!

Hay otra razón para no querer una celebración de ese tipo: no quiero que venga mi jefe h*** de p***. Por eso prefiero hacer una pequeña despedida junto a los compañeros, y sin el jefe. Nada más.

Además, SOY UN LLORÓN.

jueves, 27 de septiembre de 2007

Ya es oficial

Ya puedo contar lo que no quería contar hasta que no fuera oficial: obtuve un traslado a los madriles.

Alegría inmensa. M. se puso muy contento y yo también. Mi madre lloró de alegría.

Por otra parte tristeza al ver la cara que se le ha quedado a los compañeros. Un poema.

Mi amiga Oliva casi se echa a llorar. Ha sido una situación muy incómoda.

Aquí dejaré muy buenos compañeros y un mal jefe. Por cierto, estos últimos días ha estado muy simpático conmigo ¡Qué curioso!

Aun no marcho de Las Palmas, me queda al menos un mes más, pero va a ser un poco triste por los sentimientos de los compañeros, aunque de gran alegría por la esperzanza de lo que se avecina. Puf, por fin podremos estar M. y yo juntos sin que tengamos que pensar en el próximo viaje, el próximo puente, el próximo avión, ...

El nuevo ingeniero (que va a resultar mi sustituto) se ha hecho el remolón para coger el trabajo que yo estaba haciendo, incluso se lo ha dicho al jefe... alucino. Pensé recomendarle para un curso al que me han convocado y me ha dicho que no le interesa... no sé si es normal y yo soy el raro o al contrario. En su momento me echaron trabajo encima y no reculé y si me llegan a ofrecer un curso como este lo hubiera aceptado sin dudar un instante. Quizá yo sea muy sumiso y este sepa poner a la gente en su sitio...

martes, 25 de septiembre de 2007

En Las Palmas

Vuelta a Las Palmas.

Madrugón, taxi, avión, guagua, taxi y al trabajo.

Reencuentro con los compañeros de trabajo y sorpresa al llegar a mi mesa. Que hablen las imágenes por sí mismas. NO dejé la mesa en esas condiciones. Desconocía la alta capacidad reproductiva de los expedientes. Son como los conejos.
(Mis disculpas por la foto, que está movida, pero el cabreo hacía que no me fijase mucho en la calidad de la foto sino en la cantidad de papeles)


De esta manera, hay solicitudes que se han acumulado encima de mi mesa durante dos semanas y NADIE ha querido mirar qué hacer con ellas. La verdad es que me he enfadado un poco, pero como soy gili****** no me enfadé mucho. Eso sí, estuve ordenando todo el día.

lunes, 24 de septiembre de 2007

Volviendo a Las Palmas

Hoy estuve arreglando los papeles de mi cuenta bancaria. Ya tengo una nueva cuenta en la que no figura mi padre, cerré la que abrimos cuando yo tenía 15 años.

La del Santander me ha intentado colocar los "Valores" del Santander. Supone meter al menos 5000 € y no me ha parecido que sea tan bueno como predican por varias razones. Así que voy a pasar.

Después fui a "protestar" a la estación de servicio del Carrefour porque se había tragado mi tarjeta de crédito. Me la devolvieron, pero ya estaba requeteanulada. Ahora tengo que esperar a que el banco me envíe la nueva. Menos mal que tengo la de otra cuenta.

Esta tarde fui a casa de M. a despedirnos. Estaba MUY nervioso, pero él me ha tranquilizado completamente.

Mañana por la mañana vuelo a Las Palmas en el primer vuelo de Spanair, a las 6:55 a.m. lo que supone un madrugónnnnnnnnnn. ¡¡¡Qué pereza!!!

domingo, 23 de septiembre de 2007

La noche del sábado

Ayer noche fuimos a ver Hairspray.

A la salida estaba diluviando, así que en lugar de dirigirnos hacia Chueca, donde pensábamos ir a algún restaurante a cenar, nos quedamos en la calle Cádiz, y nos refugiamos de la lluvia en "Los majaderitos". Pedimos una fuente de huevos rotos que estaba BUENÍSIMA. No sé si era por el tiempo que hacía que no los probaba o por el hambre que tenía después del cine, pero me supieron a gloria. Incluso les envié un sms a un par de compañeros de Las Palmas para darles un poco de envidia. Jejeje. Siempre me dicen que a ver si vienen a Madrid conmigo y les llevo a sitios de tapeo.

Después de cenar había dejado de llover y pensamos que podíamos ver algo de "La noche en blanco", aunque con pocas esperanzas, porque el año pasado solamente vimos un espectáculo circense en la explanada del Bernabéu.

Quedamos con Drichal en la puerta de Correos, en Cibeles. Fuimos hasta la Puerta de Alcalá y no vimos nada. En el Cuartel General del Ejército había una cola para entrar a la que renunciamos. En la fachada del Círculo de Bellas Artes había un tío pintarrajeando pancartas que estaban colgadas (¿eso es arte? sí, soy un paleto que entiende muy poco de arte), en medio de la calle Alcalá (frente al Círculo de Bellas Artes), había una recreación de un minipiso de 30 metros cuadrados.

El Edificio de Telefónica, en Gran Vía estaba iluminado y con palabras en muchas ventanas. Bajamos por Gran Vía y en la puerta del Cine Capitol se podía ser estrella por una noche. El Edificio España tenía iluminadas todas sus ventanas con diferentes colores, que iban alternándose. Bonito, pero nada más.

Por la calle había miles y miles de personas. Invadíamos las calles porque era imposible circular por las aceras. Había algunos que circulaban en bicicletas e incluso algunos iban en patines arriba y abajo de la Gran Vía.

Como todo ese arte era demasiado conceptual o había que esperar muchas colas, nos fuimos a tomar algo al Liqüid. Hacía más de un año que no aparecía por allí, y como bien dijo Drichal "qué hartura. Siempre son los mismos, aunque la gente cambie." Había bastante gente, pero no tanta como otras veces, muchas caras que no eran conocidas pero que sonaban, porque se repiten las actitudes, las poses, los estilos, ...

A la vuelta tuvimos suerte y cogimos el bus justo cuando salía, y M. me llevó a casa en coche. ¡Qué ilusión! Mi novio me lleva a casa en coche.

La película

Ayer fuimos a ver Hairspray. Premisa: no me suele gustar el cine musical.

La película es una bobería. Tratan de darle un tono un poco más serio con el tema de la integración racial, pero el tema no deja de ser bastante absurdo: una chica entrada en carnes que quiere bailar en un programa de TV en los años 60.

Ahora bien, salí de la película con la sonrisa puesta. Las canciones me parecieron fantásticas, las coreografías bien hechas, los actores estaban muy bien y los números musicales son sencillos solamente en apariencia.

Puede que me llegue a comprar la banda sonora, porque me pareció optimista, alegre, animada, inspirada y con muchísimo ritmo. Incluso cuando salga el DVD puede que caiga.

sábado, 22 de septiembre de 2007

Viernes noche durmiendo con M.

El viernes estuve d enuevo de papeleo: fui a la Comunidad Autónoma a pagar el impuesto de Sucesiones. Menos mal que lo han reducido prácticamente del todo. Encima de la desgracia sentimental, viene la desgracia económica.

Otra vez estuve con muchísima ansiedad, hasta me lo notaron en mi casa. Es que soy bastante gili******.

Por la tarde me eché una megasiesta gracias al ansiolítico que me tomé. Y por la noche ¡me quedé en casa de M.! No dormía en su casa desde Navidades y aunque la semana en Estambul ha sido intensa, nos ha gustado retomar las noches en su casa.

Hay pocas sensaciones igualables a despertarse junto a la persona a la que quieres.

Antes estuvimos con su amigo C., que está trabajando en México, que ha venido a pasar unos días. Es como un chiquillo, se compró una perra que es una maravilla. Y se la ha traído, va a estar más viajada que el baúl de la Piquer.

Esta noche vamos a ir a ver Hairspray en versión original y después saldremos un poquito por Madrid. A ver si vemos algo de "La noche en blanco", pero no pongo muchas esperanzas en ello. El año pasado vimos un espectáculo circense junto al Estadio Bernabéu y pasé demasiado frío para lo que fue. Después tratamos de ver más cosas y estaba todo petado.

jueves, 20 de septiembre de 2007

Ya lo hice

Ahora mismo me está dando el bajón post-examen. La adrenalina baja repentinamente y te quedas atontado.

El examen no salió mal, tampoco espectacularmente bien, pero no mal del todo. Creo que me quedé un pelín corto en la exposición y que se notó que en un tema me tuve que ir por las ramas. Es que me tocaron las bolitas ... me tocaron unos temas complicados (lo hicieron con un bingo casero). (Seguro que algún malpensado estará maquinando alguna maldad a cuenta de las bolitas)

Pero bueno, ¡se ha terminado!

miércoles, 19 de septiembre de 2007

De los nervios (y IV)

Me repito como la morcilla, pero es que soy un poco obsesivo.

El examen es mañana por la mañana. Estoy tan nervioso que soy incapaz de estudiar ahora mismo (y lo debo hacer). Encima la cabeza sigue martilleándome sin piedad. Ayer noche me dolía tanto que era incapaz de conciliar el sueño. Tuve que recurrir al naproxeno para que me aliviase un poco y poder descansar. Traté de dormir mientras veía la TV, pero ni siquiera podía hacer eso.

Puse la serie de 5 hermanos que me gusta bastante, pero a esas horas me suelo quedar sopa, pero esta vez no fue suficiente.

Ayer estuve con M. en su casa un ratito por la noche, antes de cenar. El pobre me está aguantando muchísimas cosas, y lleva casi dos años esperándome (en octubre los hará) desde que marché de Madrid para trabajar en Canarias. Vengo lo más a menudo que puedo, pero los aviones no son baratos (¡y lo que han subido este año!) y el viaje es una paliza, aunque ya hasta consigo echar una cabezada en el viaje.

Menos mal que ayer tenía algo que celebrar con M., es esa buena noticia que aun no puedo contar pero que compartiré en el blog dentro de poco.

Al final esto del examen ha servido para que pida 5 días de vacaciones y no vuelva a Canarias para trabajar hasta el martes. Además estamos aprovechando para ir al notario a hacer los trámites de la herencia de mi padre (qué duro se me hace ver cada documento donde figura su nombre). Seguramente el viernes por la mañana lo dedicaré a los dos trámites que quedan: pagar el impuesto de sucesiones de la Comunidad de Madrid y pagar el impuesto de plusvalía del piso de mis padres al Ayuntamiento de Madrid.

Este fin de semana iré con M. a cenar, al cine y a disfrutar un poco de Madrid, que hace muchos meses que no lo hacemos ya que cuando vengo para un fin de semana preferimos quedarnos en su casa para estar más tranquilos.

martes, 18 de septiembre de 2007

De los nervios (y III)

Pues hasta el jueves no hay examen, así que ya veremos qué pasa. Estoy repasando y estudiando a tope.

Hay otras noticias buenas, pero que podré contar más adelante, no ahora.

Jo, sigo comiéndome la cabeza con las salidas armáricas. Recuerdo que Cicio me contó que un amigo suyo le invitó a cenar a su casa para presentarle a su pareja, y cuando llegó a cenar, su pareja se llamaba Paco. Me dijo que siguieron siendo amigos pero que ya no era lo mismo.

Sé que se puede pensar "él se lo pierde", pero quiero (en sentido amistoso) a Cicio, por eso me jodería que ocurriera eso.

Quizá por esas comidas de tarro hoy me duele tanto la cabeza. Menos mal que había un poquito de chocolate en casa (Nestlé ¿eh?).

domingo, 16 de septiembre de 2007

De los nervios (y II)

Pues al final hice salida armárica con los dos: con Monamieluá y con Cicio. La verdad es que si hoy no me ha salido una úlcera de estómago, creo que no me saldrá nunca.

Les conté a ambos la verdad:
1.- que me agobia muchísimo las esperanzas que han puesto en mi (que mi autoestima me dice que no deberían haberlas puesto)
2.- que antes de que vaya a currar nuevamente con ellos (si apruebo, claro) tenía que resolver otro tema que me agobiaba muchísimo: lo del mariconismo.

Tuve que hacerlo telefónicamente con ambos. Con Monamieluá esta mañana no lo hice en persona con él porque estaba su mujer y su hijo mayor... así que me jorobaron el plan. Ha habido oreja y vuelta al ruedo. La verdad es que de él lo esperaba. Me dijo que él lo que quería era trabajar con buenas personas y profesionalmente válidas (ejem, he engordado un par de kilos, aunque siga sin creérmelo).

El caso de Cicio es mucho más complicado. No me sentía con fuerzas de hacerlo, pero creía que éticamente lo debía hacer. Me dijo lo mismo: que no afectaba a la profesión y que no afectaba a nuestra relación, es más, que ahora él creía que la fortalecía. Además me dijo que ya le había llegado el rumor por parte de otro compañero, que se lo dio de una manera muy discreta y delicada. Cuando me dijo esas cosas lloré (soy un llorón).

Esto de las salidas armáricas me deja agotado, no debería haberlo hehco el día antes de un examen, pero creía que era mi deber ético. Hecho está. Ahora a terminar el repaso.

(Seguro que alguien se plantea qué mierda de deber ético es eso de contarle a tus amigos con quién te acuestas o con quién no te acuestas y la mayor parte pensará que soy gilipo****, pero es que soy así.)

sábado, 15 de septiembre de 2007

De los nervios

Aunque no debería, estoy de los nervios.

Por una parte la responsabilidad ante un examen, eso está claro. Por otra, lo del mariconismo no mostrado a esos amigos que se pueden convertir en colegas de trabajo. Creo que mañana habrá una salida de armario, al menos con uno de ellos.

jueves, 13 de septiembre de 2007

Pista de despegue

Estoy dándole un apretón a las opos. A ver qué tal salen. Me gustaría ir tranquilo, pero mi carácter me lo impide. Al fin y al cabo no tengo mucho que perder: ya soy funcionario con un puesto que le gustaría tener a mucha gente. Pero eso de ir nte un tribunal de exámenes siempre estresa, al menos a mi.

Me presenté básicamente por rabia. Mi jefe me jodió otro traslado en mayo, justo cuando salió la oposición y ... me inscribí. Al estudiar he visto que esos temas en particular me gustan mucho.

Mañana vuelo a los madriles.

martes, 11 de septiembre de 2007

Y más...

Hay días que los espectros tienen cierta tendencia a aparece más que de costumbre. Cuando pensaba que ya los tenía dominados, reaparecen. ¿Tendré que aprender a convivir con ellos?

De viaje (V, VI y VII)

El quinto día fuimos a ver la basílica de San Salvador en Chora. Los mosaicos son impresionantes: una verdadera belleza. El Cristo Pantocrator es lo mejor, indescriptible. De una serena belleza inigualable.

Lo malo es que está un poco retirada del centro y hay que coger el metro o un autobús. En el metro yo perdí una lentilla. Así que fui un poco “tuerto” esa mañana. Fuimos por los barrios adyacentes y volvimos al hotel a descansar. Por la tarde dimos un buen paseo por las orillas del Cuerno de Oro.

El sexto día fuimos a hacer un crucero por el Bósforo. Es un ferry que hace una visita panorámica por el Bósforo. Llega hasta Anadolu Kavagi,que es el penúltimo pueblo que hay antes del Mar Negro. Desde una antigua fortaleza se puede contemplar un vista del estrecho y el Mar Negro. Fue el estrecho por donde pasó Darío, rey de los Persas con un inmenso ejército, de Asia a Europa.

(El Mar Negro al fondo, con buques que van y vienen)

Por el camino se ven unas mansiones impresionantes y se cruza debajo de un par de puentes que unen Europa y Asia, lo que siempre impresiona.
(Puente Boğaziçi sobre el Bósforo)
Allí comimos un pescaíto frito que estaba muy rico, aunque el rebozado era un pelín pesado.

Por la tarde fuimos al hammam que nos había recomendado el camarero.

El séptimo día estuvimos dando una vuelta por el barrio de Gálata. Nos sentamos en una terraza a tomar un té y se sentó a nuestro lado un cámara de TV que estuvo charlando con nosotros. Después ¡nos invitó! Así que le dimos las gracias. Nunca me había pasado eso en España.

Esa tarde M. casi se compra una alfombra, creo que estaba yo más animado que el vendedor, pero me dijo que tenía muchos gastos y que no quería. ¡Lástima!

(Vista de Santa Sofía desde la Omar Teras)

Cenamos en la Omar Teras de nuevo, y reservamos mesa para tenerla junto a la ventana, con las vistas que son muy especiales para M. y para mi.

domingo, 9 de septiembre de 2007

Yo Confieso

Confieso que hay algo que no he mencionado en estos meses: estoy estudiando una segunda oposición. Bueno, lo que se dice estudiar, he estudiado poco. Presenté la solicitud casi por despecho (después de otra negativa de mi jefe hijo de p*** en un traslado), aunque después, cuando me puse a estudiar, es una gozada. Hay temas que son preciosos. Es para un centro donde estuve trabajando cuatro años.

Me agobia mucho pensar que mis amigos de allí (que son también ex-jefes) han puesto muchas esperanzas en que vuelva allí.

Pero además me angustia mucho lo que pueda ocurrir con uno de ellos en especial: Cicio. Es un tío de pm pero lleva unos años muy, pero que muy agobiado porque no tiene novia. Él se había hecho un esquema de vida: estudios, buen trabajo, casa, novia, mujer, hijos. En lo que dependía de él lo consiguió: estudios, buen trabajo y casa. Pero en lo que depende de "terceras" personas no. Y se agobia. Hace tres años confesó a mis amigas que se agobiaba mucho porque estaba seguro de que en España si estás soltero con más de 35 años todo el mundo piensa que eres gay. Eso le pone nerviosísimo y provoca que de cara a la galería sea homófobo, contando siempre unos chistes (malísimos, por cierto) y que no vienen a cuento.

Es más amigo que ex-jefe: empezó siendo amigo y como ex-jefe la relación era más de amigos que curran juntos que de superior a inferior.

Cuando le dije que me interesaba presentarme dio palmas con las orejas, pero después empezaron los agobios, no solo por los estudios, sino porque pensé en el día que se entere de mi mariconismo se va a sentir mal. Por una parte traicionado, y por otra se puede agobiar ante el resto de la gente por lo que puedan pensar de él. Se agobia y nadie dice nada de él, así que cuando se descubra en su ambiente mi mariconismo... le puede dar un infarto. Y lo que me jode es que no es por él, sino por lo que piense él que pensarán los demás de él. (Sí, es retorcido, pero es así).

Así que entre los espectros de mi padre apareciéndose en mis noches de insomnio, la soledad en Las Palmas, el agobio de estudiar, el estrés del trabajo, las putadas del jefe hijo de p***, etc he pasado un veranito fino. Lo mejor ha sido el superviaje con M. a Estambul.

sábado, 8 de septiembre de 2007

Viernes de despedidas y sorpresas

Ayer estuve tomando cervezas (yo sin alcohol) con uno de mis compañeros que se va de la oficina: ha conseguido otro destino.

Como se cogió un pedo importante y después en su casa se fumó un par de porros... pues empezó a soltar las verdades por la boca. Estuvimos despellejando a media oficina, bueno, en realidad no despellejábamos a casi nadie porque casi todos son muy majos. Pero me dijo algo que me dejó sorprendido: "Oliva (nombre supuesto de una compañera) se ha enamorado de ti". (Ojos de sorpresa por mi parte). Quizá la palabra "enamorada" era un poco fuerte y exagerada, pero la dijo.


(Oliva y Popeye. Fuente)

Parece ser que ella le confesó a mi compañero que yo le daba mucho morbo. Desde luego yo notaba que había muy buen rollo entre los dos, pero mi intención nunca fue más que la de tener una buena relación con una compañera de trabajo, nada más.

Ella ya me dio alguna pista cuando me dijo que yo tenía cierto morbo. Y el día que marchaba a Madrid para después ir a Turquía me dio dos besos diciéndome "anda, dame dos besos que nunca nos besamos" y me plantó dos besos (en la mejilla,por supuesto). Puffff, no sé si ahora tendré que ponerme un poco borde con ella o tener una relación más fría, porque estas cosas me atacan los nervios.

De viaje (III y IV)

El tercer día fuimos a la Mezquita Azul: indescriptible. Simplemente hay que visitarla y dejarse atrapar por su embrujo.

Después buscamos otra que estaba sobre unos comercios cerca del Bazar de las Especias y nos dejó alucinados: qué decoración, simple y a la vez vistosa, pero también muy relajante. (Creo recordar que es la Mezquita de Rustem Pasa).

A continuación fuimos a la Mezquita de Soleimán el Magnífico que me dejó con la boca abierta (y aun no la he cerrado). Además fue construida en muy poco tiempo. Comimos allí cerca y a M. le apetecía una cerveza, pero por la cercanía de la Mezquita no la tenían. El camarero nos miró con cara de susto y nos dijo señalando la Mezquita: "no, no, ... the Mosque".

En los jardines de la Mezquita de Soleimán estaban filmando una película, serie, o lo que fuera.

Al llegar al hotel nos sorprendió que habían convertido las dos camas individuales pegadas en una sola cama… ¡qué majos los chicos del hotel! No nos hemos hecho cariñitos en público en el hotel ni nada de eso, pero se ve que son muy observadores.

El cuarto día fuimos al palacio de Topkapi. Nos gustó muchísimo, especialmente el harén. Qué manera de decorar, quizá allí sea lo habitual, pero a los que no estamos acostumbrados a eso, nos parece fascinante.

Allí M. se encontró con una ex-alumna ¡qué casualidad!

Por la tarde fuimos al hammam Çemberlitas, que es muy turístico y que estaba con una gran proporción de españoles. Primero estuvimos relajándonos en el hararet (el mármol caliente) y después nos dieron un buen meneo a cada uno. Lo curioso es que a M. le dieron más masaje que a mi. Al leer la guía lo comprendimos: a él le llevaron a lavar el pelo, a mi… no les hacía falta, iba bien rapadito de Madrid. (¡Qué discriminación! Con lo que me gusta que me toquen la cabeza).

Al ir hacia el hotel medio embobados nos paró el camarero de un restaurante frente a Santa Sofía mostrándonos el menú, le dijimos que era muy pronto y que volveríamos luego. Yo sabía que volveríamos porque en el menú había humus, que le encanta a M.

Cuando una hora después volvimos, el camarero flipó en colores. Nos atendieron muy bien, cenamos de maravilla y a la salida nos invitó a sentarnos con él a tomar “otro té”. Un tío encantador con el que hablamos de la vida en general y que nos recomendó otro hammam menos turístico y más barato.

La verdad es que estos tíos tienen una de recursos que impresionan. Son capaces de venderle un frigorífico a un esquimal. Es alucinante verles relacionarse con la gente. Al final terminamos llamándole Alberto, porque no nos quiso decir su nombre.

¡Ah! Hay algo que no falla: el fútbol. Esta gente sigue la liga española con devoción. Se saben las alineaciones del derecho y del revés.

jueves, 6 de septiembre de 2007

Día de vuelta al cole

Hoy fue la "vuelta al cole".

Lo primero que me dicen al entrar por la puerta es que me han echado mucho de menos, claro que no fue por mi cara bonita, sino por el trabajo.

Después hay otro compañero nuevo, ingeniero, como yo. Parece un tío muy majo. Mañana me lo llevo de inspección. Vamos con los de Hacienda y como me pilla al lado de casa me voy a levantar tarde y así no voy a la oficina.

Por lo demás, muchísimo trabajo. Bueno, en realidad me he dado cuenta que soy un gilipollas: hoy un compañero estaba estudiando una oposición (otra) y otro compañero buscando piso en internet.

Una alegría es que hoy hablé con varios amigos con los que hacía tiempo que no hablaba: Nacho y Fran. Nos hemos contado nuestras penas y alegrías y las vacaciones. Nacho ha estado en California ¡qué bonito!

Estoy supercansadísimo: otra noche de mal dormir.

De viaje (II)

El segundo día en Estambul fue el primero en que nos despertamos juntos M. y yo después de muchísimo tiempo (desde la Navidad). Despertarnos juntos es algo mágico, lo mismo que tiene dormir juntos. Estar junto a la persona amada y saber que, al día siguiente, va a seguir estando a tu lado. Como ese día dormí muy bien, no pude hacer algo que me encanta: ver cómo duerme M.

Desayunamos abundantemente: bollería, huevos, salami, jamón (por supuesto no eran de cerdo) y lo mejor eran unos boles de yogur natural o yogur con fresas que yo aderezaba con uvas o albaricoques en almíbar. Hacía el “desayuno del funcionario” que consiste en que dadas las escasas dietas, se busca alojamiento y desayuno, de esa manera el funcionario se pone hasta las trancas en el desayuno y así puede pasar el almuerzo con algo ligero (y barato) y se invierte la dieta en la cena. M. se ríe de mi pero él tenía hambre y yo no.

Ese día fue lluvioso y en primer lugar visitamos Santa Sofía. Primera sorpresa: ¡no quitaban los mosaicos cuando convertían las iglesias en mezquitas! Así que se podía seguir respirando el ambiente de la época bizantina. Las vistas de la nave desde las galerías superiores son asombrosas porque son las que hacen darte cuenta de la grandiosidad del edificio. Impresiona pasar por las puertas que antiguamente solamente podían utilizar los emperadores de Bizancio.

Cuando nos dirigíamos a la Mezquita Azul, justo enfrente, comenzó la oración, así que alteramos los planes y nos fuimos a la Cisterna. Una cisterna subterránea de la época romana que esta tenuemente iluminada, ambientada con música suave y con pececitos nadando en el agua.

Son asombrosas las bases de dos de las columnas: una cabeza de medusa que está invertida la una y de lado la otra.

Después fuimos al Gran Bazar y al Bazar de las Especias, estaba lloviendo y al fin y al cabo son espacios cubiertos. Comenzamos la búsqueda de los encargos que nos había hecho Drichal… el cinturón fue imposible de encontrar, y allí tenían de todas las clases, formas y colores; unas zapatillas de imitación que no nos ofrecían ninguna confianza, la verdad. Bueno, no convenía saturarse en el Gran Bazar el primer día.

Terminamos bastante cansados y marchamos al hotel a descansar. Antes de eso, subimos a la azotea a contemplar las vistas desde la piscina: el Cuerno de Oro, los jardines de Topkapi, Santa Sofía y la Mezquita Azul.

Un rato después salimos a cenar y volvimos pronto, porque estábamos MUY cansados.

De vuelta en Las Palmas

Hoy la despedida de mi madre ha sido dura. Estos días se nota que necesita compañía, se siente sola, necesita hablar y no sirve que le llamemos por teléfono cada dos por tres. Encima hemos hecho el trámite del notario, y se quiera o no se quiera, estas cosas son muy desagradables.

Ya conté que me dejaba a punto de soltar una lágrima cada vez que veía el nombre de mi padre en los documentos. Sí, soy un llorón.

Se ha pasado la tarde diciéndome lo bien que se sentía cuando me tenía en casa, etc. Creo que es mejor que no se dé cuenta de que a mi me es muy duro también, aunque algo se sospecha, porque sabe de mis insomnios.

miércoles, 5 de septiembre de 2007

No quiero irme

Esta noche vuelvo a Las Palmas.

No me apetece nada irme y mañana ponerme a trabajar. Hombre, habría que mirar lo positivo y es que sería peor no tener trabajo... pero no me consuela mucho y echo de menos mucho a M.

Encima ayer llamó una de mis tías por teléfono y cuando se enteró que estaba aquí le preguntó a mi madre cuándo me marchaba, al responder "mañana" se le saltaron las lágrimas.

¡Qué pereza hacer la maleta! Ir al aeropuerto, esperar, volar y mañana lo de siempre...

Notaría

Hoy me toca ir a la notaría a arreglar papeles del testamento de mi padre. ¡Uf! ¡Qué pereza! Además es de esas cosas que hay que hacer, pero que no gusta nada. Me vuelve a la mente los recuerdos de cuando estaba vivo...

Hoy de nuevo desvelado.

Al final mi madre pudo sacar el certificado de mi cuenta del banco, así que un trámite menos.

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Ya he ido a la notaría. La verdad es que el trámite era una verdadera chorrada, porque se trataba de comprobar que un documento estaba bien y firmarlo, pero teníamos que estar juntos mi madre, mi hermana y yo.

Cada vez que leía el nombre de mi padre... bueno, se me hacía terrible.

martes, 4 de septiembre de 2007

De viaje (I)

El primer día de viaje fue un poco estresante. Decidimos ir en metro al aeropuerto: mi hermana se ofreció a llevarme, pero me pareció una putad* hacerle madrugar cuando aun le quedaban unos días de vacaciones, y había que estar a las 8:50 en la T4 de Barajas.

Cuando llegué a Nuevos Ministerios para coger el metro, llamé a M. a ver por dónde iba y estaba casi sin aliento, cogiendo un taxi en Conde de Casal porque se había estropeado la línea 6 de metro... el pobre llegó todo sudado.

Una vez en el aeropuerto, facturamos en Iberia y fuimos a tomarnos un café. Entre la compra de liras turcas, la toma del café y la compra de última hora en la farmacia se pasó mucho tiempo y teníamos que embarcar.

El avión salió con puntualidad y llegó con ¡30 minutos de adelanto! Sobrevolamos Grecia y se distinguían numerosos focos de los incendios, era impresionante. Una vez en Estambul trámites aduaneros, recogida de equipajes y la agencia nos llevó al hotel. El hotel estaba MUY BIEN. Cerca de Topkapi y de la estación de tren de Sirkeci (donde llegaba el Orient Express). Un hotel nuevo con un personal muy agradable.

Fuimos a dar una vuelta y quedé sobrecogido por la grandeza de Santa Sofia y de la Mezquita Azul, una frente a la otra. Dimos una vuelta por el Hipódromo con sus obeliscos, y la fuente del Kaiser.

Como estábamos cansados fuimos a cenar a un restaurante que nos recomendó un amigo de M. dos días antes de ir. Como él nos dijo, pedimos ir a la terraza y... la vista era espectacular: se ve Santa Sofía, un trozo del mar de Mármara, la Mezquita Azul y ese día la luna llena. Desde luego, a quien vaya allí le recomendaré que cene en la "Omar Teras" (creo que se escribe así).

(La Mezquita Azul desde el Restaurante Omar)


La comida es buenísima y la vista es indescriptible. No conseguimos mesa junto a la ventana, pero fue suficiente: velas, buena comida, servicio amable, buen precio y la mejor compañía del mundo.

Después nos fuimos al hotel a descansar para empezar nuestra primera mañana en Estambul.

De vuelta.

Ya hemos vuelto del viaje a Estambul.


No puedo expresar con palabras cómo lo hemos pasado. Un viaje inolvidable, tanto por la ciudad como por la compañía. Despertar cada mañana con M. durante siete noches seguidas después de tanto tiempo ha sido revitalizante.