Hoy no fui al banco. Me sigue dando mucha tristeza abrir una nueva cuenta donde no está mi padre. Me sigue pareciendo que voy a cortar muchas amarras con él, muchas más de las que ya están cortadas. Hay algunas que no se podrán cortar nunca, pero hay otras que desaparecieron, quizá incluso antes de su muerte física, quizá el día que se le empezó a ir la cabeza.
No puedo evitarlo, es un poco una especie de síndrome de Diógenes que hace que acumule ciertas cosas en mi vida para no olvidarlas o para que no me abandonen otras. Racionalmente sé que es imposible volver atrás, pero la mente no entiende de razones en muchas ocasiones.
Ferragosto
Hace 3 meses
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