martes, 14 de agosto de 2007

Sexo y trabajo (poco de ambos)

Hoy en el trabajo lo normal: expedientes y más expedientes. Un expediente que creía perdido resultó que lo había enviado a otro departamento y había quedado debidamente registrado, así que respiré aliviado. Lo malo es que lo había enviado ayer a primera hora, y a media mañana ya no me acordaba.

Hoy no tenía ganas de trabajar, en absoluto (¡qué novedad ultimamente!), pero hay que sostener el país (me refiero a la nación, no al periódico, que eso ya lo hago los domingos).

Cuando terminaba la jornada laboral vino uno de mis compañeros con un “regalo” que le habían hecho: una caja con 4 pastillas de viagra. Muy amablemente me ofreció compartirlas conmigo ¡y lo decía de verdad! (es un tío muy generoso, en serio).

Comentando medio en serio medio en broma, al final casi todos en la oficina han tomado alguna vez la famosa pastillita azul.

También me he llevado la sorpresa de que eso circule de una manera tan “fácil” y que incluso haya alguno que por hacer una gracia la regale a los conocidos.

Lo curioso es que después hablé con M. y le comenté el episodio. A pesar de que me dijo que no lo veía necesario, después de una conversación telefónica “caliente” me ha picado un poquito la curiosidad. Pero creo que mi razón va a superar a mi corazón (o a otras zonas) y no voy a pedirle a este compañero que me dé una de esas pastillitas. Aunque bien pensado, por un día no estaría mal dar una sorpresita a M. Ya que nos vemos poco, que alguna vez sea MUY intensa.

Creía que estas cosas la gente se las tomaba más en serio, pero veo que con tal de hacer un poco el cabra al echar un polvo son capaces de hacer cualquier cosa. Me gustaría que algún médico me dijera qué cantidad de gente se toma viagra indebidamente y qué les pasa (a ver si me animo a hacerle la pregunta a donuttz), si se presentan muchos en urgencias, visión azul, priapismo, etc.

Supongo que estas tentaciones vienen de la sempiterna inseguridad del hombre sobre las relaciones sexuales. Las centramos completamente en la polla y en el orgasmo y, en general, poco en todo lo demás.

Bueno, de aquí a finales de mes a lo mejor en un día de crisis pido poner una pastilla azul en mi vida. (resiste, resiste la tentación).

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