Hoy tuve una sorpresa en el trabajo: el jefe con el que fui de inspección el otro día me explicó por qué se había venido conmigo. Según me contó, el representante de la empresa que iba a inspeccionar me tenía manía... me quedé anonadado. Casi no me conoce, y sé que no puedo caerle bien a todo el mundo, pero tanto como para que me "tenga manía", pues no.
Me siguió contando que después de la inspección del otro día (en presencia de media compañía, por cierto, aquello parecía un circo) está encantado de la vida conmigo. Que la hice rápido y bien, y que encima le hice el informe de la inspección en muy poco tiempo.
¡Qué sorpresas se lleva uno! Sigo siendo el mismo que no le había hecho ninguna inspección.
Me siguió contando que después de la inspección del otro día (en presencia de media compañía, por cierto, aquello parecía un circo) está encantado de la vida conmigo. Que la hice rápido y bien, y que encima le hice el informe de la inspección en muy poco tiempo.
¡Qué sorpresas se lleva uno! Sigo siendo el mismo que no le había hecho ninguna inspección.
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